La mandataria suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó que el polémico jefe de Diputados, Eduardo Cunha, también separado de su cargo, es quien realmente gobierna el país y que el presidente interino Michel Temer sólo cumple sus órdenes.
“Pueden hablar lo que quieran. Eduardo Cunha es la persona central del gobierno de Temer. Eso quedó clarísimo ahora con la indicación de André Moura (diputado amigo del titular de Diputados, quien ahora es el líder de la bancada oficialista en el Congreso)”, declaró Rousseff en entrevista dada al diario Folha de Sao Paulo.
Para Rousseff, “Cunha no sólo manda, él gobierna”.
El jefe de Diputados de Brasil es uno de los cincuenta políticos investigados en el caso de corrupción descubierto en la estatal Petrobras, petrolera que sobrevaloraba contratos con grandes constructoras para repartir los sobornos entre ex altos cargos de la compañía, congresistas y ejecutivos de esas empresas.
Cunha, quien como presidente de la Cámara de Diputados dio inicio al proceso de apertura de juicio político contra Rousseff, fue separado temporalmente del cargo el 5 de mayo pasado por sospechas de corrupción.
Por otra parte, Rousseff se mostró confiada en “revertir” su situación en el Senado, que deberá juzgarla por la acusación de maquillaje de las cuentas públicas en 2014 y 2015. Para separar a Rousseff definitivamente del cargo, sus detractores necesitan la aprobación por parte de dos tercios (54 votos) del Senado, órgano legislativo que para abrir el juicio requería una mayoría simple de 41 pero que el pasado 12 de mayo consiguió sumar 55 votos para iniciar formalmente el proceso.
A juicio de Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), el proceso en su contra fue para “frenar” las investigaciones de la operación Lava Jato, como se conoce a las investigaciones sobre el caso de Petrobras, y en la que el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) de Temer y Cunha –ex aliado del PT–, es el más implicado.