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“¿Lo envuelvo por favor?” ahora es una ordenanza

El Concejo aprobó por unanimidad que los bares, restaurantes, comedores y locales gastronómicos deberán ofrecer y entregar a los comensales la comida servida y no consumida.

El Concejo Municipal aprobó en su última sesión una ordenanza y un decreto, con el mismo fin: que la comida no vaya a parar a los desechos. La ordenanza, en su primer artículo, establece que los establecimientos gastronómicos de la ciudad “donde se sirvan o expendan comidas para ser consumidas en el local”, como bares, restaurantes, confiterías y pizzerías “deberán poner a disposición de cada cliente” los alimentos que hayan sido servidos en la mesa pero no consumidos. La práctica de llevarse el “paquetito”, una tradicional costumbre para muchos pero un impedimento por vergüenza para otros, se llamará ahora vianda y está regulada por ordenanza.

El proyecto de los concejales María Eugenia Schmuck y Sebastián Chale, del bloque Radicales Progresistas, se amalgamó con otro en el mismo sentido de Enrique Estévez, Horacio Ghirardi y Verónica Irízar, de la bancada Socialista y se fundamenta centralmente en “la necesidad de concientizar a la ciudadanía sobre la importancia de que los alimentos sean consumidos en su totalidad y no se conviertan en desperdicios”.

Los ediles tomaron en cuenta que en Rosario se genera en promedio un 1 kilo de residuos por habitante por día, lo que da por año un inmanejable volumen de 300.000 toneladas. Pero buena parte de los desechos orgánicos que explican esas cifras –son la tercera parte del total– responden a alimentos en buen estado que se desperdician.

“Conjuntamente con la concientización de la ciudadanía se requiere profundizar el compromiso de los empresarios y comerciantes con la sociedad y con la problemática respecto a los desperdicios de alimentos, propiciando prácticas vinculadas a la protección del medio ambiente, la conciencia sobre la escasez de alimentos y de la inclusión social”, resaltaron los concejales.

Así, de ahora en más para bares, pizzerías, restaurantes y comedores será “obligatorio” que incorporen en la carta del menú y en otras partes del local “leyendas explícitas en un lugar destacado y visible, con letra clara” que hagan saber a los concejales que la vianda está a disposición.

Además se establece que existan en los locales gastronómicos recipientes “reciclables, reciclados y/o reutilizables, aptos para uso alimentario”, para que los clientes puedan llevarse los alimentos que pagaron y no consumieron “protegidos y en condiciones higiénicas”.

En tanto, a la par de la ordenanza, el voto unánime del Concejo acompañó un proyecto de decreto que encomienda al Ejecutivo municipal hacer una campaña en medios de comunicación de la ciudad y en el portal oficial que impulse la práctica de que los clientes de establecimientos gastronómicos pidan y se lleven lo que les sirvieron y dejaron sin consumir “con el objetivo de concientizar a la ciudadanía sobre la importancia de que alimentos en buen estado no se conviertan en desechos”.

Además, y a modo de reconocimiento y premio, también se encomendó que a través del Ente Turístico de Rosario se destaque en la grilla gastronómica de la ciudad “a los primeros 50 establecimientos que implementen la ordenanza”, que impulse a los clientes a pedir y llevarse los alimentos no consumidos.

Con todo, la práctica que ahora quedó legislada en la ciudad es un tema que hace tiempo desvela a la FAO, la oficina de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. Según el organismo internacional, mientras decenas de millones de personas pasan hambre, la tercera parte de los alimentos cultivados, extraídos, o procesados para consumo humano en el mundo van a para la basura. Eso equivale a cerca de 1.300 millones de toneladas al año que “se pierden o se desperdician a lo largo de toda la cadena de suministro, desde la producción agrícola inicial hasta el consumo final en los hogares”.

Para peor, destaca la FAO, la pérdida de alimentos involucra el desperdicio de todos los recursos e insumos utilizados en la producción, como minerales, agua y energía.

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