El Hospital Penitenciario Central (HPC), que funciona dentro de la cárcel de Ezeiza, se preparaba hoy para recibir al detenido ex secretario de Obras Públicas, José López, según lo dispuesto por el juez federal Daniel Rafecas, a cargo del expediente que investiga al ex funcionario por presunto enriquecimiento ilícito.
Allí, sus compañeros de pabellón serán, entre otros, el abogado Jorge Chueco -detenido en el marco de la causa por la denominada «ruta del dinero K»-; el tirador de Belgrano, Martín Ríos; y el líder de la banda Callejeros, Patricio Santos Fontanet.
En el mismo penal, también se encuentran detenidos el empresario santacruceño Lázaro Báez y el ex secretario de Transporte de la gestión kirchnerista, Ricardo Jaime, procesado y bajo prisión preventiva por irregularidades en la compra de material ferroviario a España y Portugal.
En este sentido, fuentes de la investigación consignaron a Télam que el traslado de José López a la cárcel de Ezeiza fue dispuesto porque el detenido «ha mostrado actitudes que podrían afectar su integridad física», más allá de que la detención hasta hoy solamente se debía a la portación de un arma con su permiso vencido. Los informantes estimaron que, también pudo haber tenido influencia en la decisión del juez la actitud que exhibió López esta mañana en los Tribunales de Comodoro Py, donde intentó golpearse la cabeza cuando pretendían trasladarlo desde la Alcaidía hasta el despacho del magistrado, y la versión sobre supuestos «delirios místicos» y «alucinaciones» alegados por su defensa.
Según el protocolo, López será sometido a un exhaustivo chequeo médico para establecer su estado de salud y también si requiere algún tipo de medicación o, en el caso de que se establezca adicción a las drogas, algún tipo de programa especial para situaciones de abstinencia. Según señalaron fuentes de la investigación, los chequeos demandarán 96 horas, como suele ocurrir en casos en los que los detenidos ya ingresan con antecedentes médicos o psiquátricos.