Tras dar inicio al acto con el izamiento de la bandera nacional en el mástil mayor del Monumento y entonar las estrofas del himno, el gobernador Miguel Lifschitz habló ante otras autoridades y funcionarios presentes en el marco de la celebración del Día de la Bandera. Celebró que el pueblo se vuelva a reunir esta mañana y expresó: “Queremos que sea un día de fiesta. Rosario abre sus brazos a todos los que vienen, piensen como piensen”. Y llamó a estar “unidos por un solo proyecto, que es el proyecto nacional”.
Lifschitz consideró que se da “un marco excepcional para conmemorar un nuevo aniversario del paso a la inmortalidad de Belgrano y celebrar el Día de la Bandera que nos cobija a todos los argentinos, de la unidad nacional”.
Además, el gobernador hizo un recorrido histórico sobre el momento en que Belgrano izó por primera vez la insignia patria el 27 de febrero de 1812. “Lo hizo como un acto de rebeldía, de afirmación de sus convicciones. Belgrano era un patriota en todo el sentido de la palabra, era un hombre íntegro que abrazó las armas porque su patria se lo pedía y entendió que era su responsabilidad ante las difíciles circunstancias”, dijo.
El mandatario provincial consideró que la vida de Belgrano es un ejemplo para todos y que su vida dice muchas cosas sobre “la época difícil que toca vivir”, en la que “cada uno tiene la obligación de asumir un desafío”.
Finalmente, el gobernador llamó a encontrar las herramientas para construir “un país más justo, con desarrollo, con valores morales y éticos, que garantice a cada uno de sus habitantes oportunidades para desarrollar una vida digna, para forjar un proyecto de vida que le permita ser parte fundamental de la construcción social”.
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