Un tribunal oral federal condenó ayer a Juan José Muga, un doble ex convicto por drogas, a seis años de cárcel y le unificó la pena con otra anterior, por lo cual fijó un monto de siete años y medio de prisión, al finalizar un juicio en el que otros cuatro acusados recibieron sentencias menores, por el secuestro de 40 kilos de marihuana hace cuatro años. También los jueces ordenaron “agilizar” la investigación contra una decena de policías que el principal acusado dijo haber denunciado ante una ex jueza federal días antes de ser detenido en un operativo que, dijo, fue “una cama”. La gran mayoría de esos uniformados trabajó en la ex Drogas Peligrosas.
Antes de su última detención, Juan José Muga tenía dos condenas por narcotráfico, en 1994 y 2000. Según dejó asentado la Policía antinarcóticos provincial, el 18 de septiembre de 2012 lo detuvieron con otras cuatro personas con 37,5 kilos de marihuana en un Chevrolet Corsa, mientras que otros cuatro kilos le fueron incautados en un galpón. De acuerdo con esa versión, los procedimientos se hicieron a partir de llamados anónimos.
Pero, tras su detención, Muga denunció que la Policía le había plantado la droga porque, días antes, le había entregado a la entonces jueza federal de sentencia Laura Cosidoy una lista de narcopolicías. De hecho, dijo que los uniformados que lo detuvieron eran subordinados de los mencionados. En el juicio que empezó hace dos semanas también fueron juzgados su hijo Nahuel Muga, César Ponce, Mario De Lucca y Leandro González, involucrados en la causa por distintos grados de participación en el tráfico de estupefacientes. El principal acusado fue Muga padre, representado por los defensores oficiales Carlos Zurcher y María Jimena Sendra. La semana pasada, el abogado pidió la nulidad del proceso y leyó la acusación que su cliente realizó ante Cosidoy, en la que aseguraba que un grupo de policías provinciales tenía estrecha relación con gendarmes que cumplían funciones en la localidad misionera de Posadas y con narcos locales.
En concreto, apuntó al “cabo Bael que con su cuñado Luís Medina manejan el narcotráfico”, en relación con el empresario asesinado en diciembre de 2013 junto con su novia, Justina Pérez Castelli, en el acceso sur. Y recordó que la entonces magistrada le pidió además “una lista de policías de Santa Fe”. El hombre lo hizo y dijo haber anotado: Cristian Floiger, Guillermo Cardini, Gustavo Pereyra, Juan Marcelo Maciel, Ángel Abaca (todos involucrados en la megacausa Monos), Gustavo Spoleti, Oscar Romero, Fernando Romitti, Alejandro Franganillo y Gonzalo Paz. Estos últimos cinco llegaron a ser jefes de Drogas en el sur santafesino y en el caso de Romitti fue titular provincial de la repartición.
Según Muga, todos ellos tenían “estrecha vinculación” con Luis Medina.
La semana pasada, la fiscal Adriana Saccone pidió que se condenara a Muga como coautor de transporte de estupefacientes a una pena unificada de 7 años y 3 meses de cárcel. Para De Lucca solicitó 5 años y seis meses por la misma figura, igual tipificación que eligió para pedir un lustro para Nahuel Muga y César Ponce. En cambio, para Leandro González solicitó cuatro años por tenencia con fines de comercialización.
En sus palabras finales antes de la sentencia, Muga sostuvo su inocencia y cargó nuevamente contra los “narcopolicías corruptos” y la jueza Cosidoy: sobre quien dijo: “Me traicionó”. El hombre llegó al tribunal esposado, de jogging y buzo negro, y antes de hablar sacó de los bolsillos un papel. En el movimiento, se le cayó una carta: un ancho de oro como amuleto de la suerte. A través del vidrio de la sala, mostró un escrito a la prensa con un pedido: “Quédense hasta el final. Quiero que todo el país se entere de lo que me hicieron”.
Muga cuestionó a la fiscal Saccone por no haber citado a declarar a Cosidoy y recordó que, como se ventiló en audiencias previas, existen llamados registrados entre él y la jueza de días previos a la detención. “Cuando declaré en este juicio pudieron ver que me acuerdo de todo, no como los corruptos narcopolicías que cada vez que les preguntaron algo por fuera del acta de procedimiento contestaron que no recordaban”, dijo haciendo referencia al testimonio de los uniformados citados como testigos en la causa. Y agregó: “No mando al frente a civiles que venden droga. En cambio, sí lo hago con los que tienen que cumplir con la ley por su función pública y no lo hacen. Los policías son los responsables del narcotráfico en esta ciudad”.
En relación con la detención volvió a sostener que le “plantaron” la droga y que el procedimiento fue “totalmente irregular”. Cabe recordar que el operativo fue notificado recién ocho horas después al juzgado correspondiente, algo que fue remarcado por la defensa en sus alegatos la semana pasada. En su discurso, Muga también remarcó que en el 2014 le fue concedido el cese de la prisión preventiva bajo una fianza de 30 mil pesos que no pudo pagar: “Si fuese un narco, no tendría problema de pagar para salir de la cárcel. Sin embargo, sigo preso y no tengo ni para comprarme cigarrillos”. Ya fuera del tribunal, el hombre contó que tomó contacto con Cosidoy a través de un gendarme que conocía de Misiones, quien a la vez tenía un parentesco con una empleada de los Tribunales federales.
Ayer por la tarde los jueces Omar Digerónimo, Jorge Venegas Echagüe y Beatriz Caballero de Barabani dictaron sentencia: Muga padre recibió 6 años (unificados en 7 y medio con una condena anterior); De Lucca fue penado con 4 años y el resto fue sentenciado a montos que van de los 3 a los 5 años. Como ha sido recurrente en juicios federales donde la actuación policial es cuestionada, el tribunal mandó a “agilizar” la pesquisa sobre la actuación de los uniformados de la Dirección de Prevención y Control de Adicciones en el caso, que Muga padre denunció en septiembre de 2014 en sede judicial.