El director estadounidense Michael Cimino, recordado por filmes como «Especialistas en el crimen», la premiada «El francotirador» y «Manhattan Sur», murió el sábado en Los Angeles, California, sin que se difundieran las causas de su deceso.
Nacido en Nueva York, pero crecido en Long Island, hijo de un editor de partituras musicales y una vestuarista, estudió arquitectura en la Universidad de Yale, también de arte dramático, al comenzar la década del 70 trabajó como director de cine publicitario y de documentales, como guionista y ocasionalmente actor.
En esta primera etapa, principalmente como guionista, el joven Cimino se abrió paso para debutar como director respaldado por Clint Eastwood con el thiller «Especialistas en el crimen» (1974), que demostró su rigor narrativo y resultó un gran éxito internacional.
El debutante que ya había trabajado como guionista de «Magnum 44», habría de esperar cuatro años para rodar «El francotirador», una superproducción con eje en un grupo de amigos en tiempos de la guerra de Vietnam, hasta entonces ausente del cine, y cuyo estreno se anticipó al de «Apocalypse Now», de Francis Ford Coppola.
«El francotirador», considerada una de las mejores 100 películas de la historia según el American Film Institute, cuenta la historia de tres obreros metalúrgicos de Pennsllvanya que tras luchar en Saigón y ser atrapados, escapan, y regresan, todos con secuelas psíquicas y físicas que modifican por completo sus vidas.
El filme ganó los premios Oscar y Globos de Oro a mejor producción y director de 1978, y le mereció a Cimino ser nombrado Caballero de las Artes y las Letras por el Sindicato de Directores de su país.
Dos años más tarde, Cimino habría de concretar «Las puertas del cielo», superando los costos y los tiempos de rodaje previstos, una superproducción que fue finalmente editada por United Artist. no solo un fracaso comercial para quienes la respaldaron, sino el punto final al que se conoció como «New Hollywood»
Pasado el temblor, Cimino fue convocado por los productores de «Footloose» para reemplazar a Hebert Ross, su director inicial, pero cuando el rodaje ya se había estirado a cuatro meses, fue desplazado por el director que había sido elegido en principio, quien la terminó.
Considerado por la industria como alguien que fue afortunado pero no supo conservar su talento inicial y lo que es peor tampoco asumir un gran fracaso, nunca más habría de ser convocado por la industria.
Escribió guiones que nunca fueron filmados por él, o que nunca se concretaron, o que tras sucesivas modificaciones se convirtieron en otra cosa, como uno acerca de la vida de Janis Joplin que terminó convirtiéndose en «La Rosa», y también fue desplazado de proyectos concretos, como el de «La zona muerta» y «Sed de poder», que lo excluyó incluso de los títulos como coautor del guión.
Escribió, con Raymond Carver, un guión acerca de la vida de Fiodor Dostoievsky, y hasta la adaptación de una obra de Truman Capote que nunca, finalmente, se rodaron.
En 1985 se puso al frente del thriller «Manhattan Sur», con una interesante propuesta estética, mucha violencia pero una gran confusión narrativa, y en 1987 de «El siciliano», en la que intentó recrear la vida del Salvatore Giluliano interpretado por Christopher Lambert.
En 1990 volvió a probar suerte con una remake de «Horas desesperadas» que tampoco funcionó como se esperaba a pesar de su elenco con importantes figuras o en 1996 con «Sunchaser», con la que logró competir, sin resultados positivos, en el Festival de Cannes.
Se trata de la historia de un arrogante oncólogo cuya vida cambiará cuando un paciente terminal, un indio navajo, lo secuestra para que juntos puedan llegar a un legendario lugar de curación,
Fracaso tras fracaso Cimino vivió un década fuera del mundo del cine, en 2001 publicó la novela «Big Jane», y recién en 2007 fue convocado para ser parte del colectivo de 33 cortos «Chacun son cinema ou Ce petit coup au ceur quand la lumiere se eteient et que le film commence», en su caso el titulado «No translation needed».