No soplan vientos de prosperidad para el Nueva Era Club. Con 83 años de vida y 540 asociados, una de las instituciones emblema de la zona oeste de Rosario intenta equilibrar sus finanzas como consecuencia del tarifazo de servicios públicos que produjo un sacudón socioeconómico entre los clubes de barrio.
Fundado el 17 de octubre de 1933, el Nueva Era Club sufrió una reducción del 10 por ciento de su funcionamiento social y deportivo en el último período mensual, por lo que su comisión directiva analiza estrategias para mantener la masa societaria actual, afrontar las erogaciones del club sin que se resienta el bolsillo del asociado, y garantizar la normal prestación de todas las disciplinas que ofrece la institución de Pasaje Pettinari 6640.
“El socio activo abona una cuota mensual de 90 pesos, mientras que los adherentes pagan 100 pesos. No pensamos aumentar el valor de la cuota hasta tanto no se incrementen los salarios”, aclaró el tesorero de la entidad Oscar Salvo.
Entre las disciplinas más representativas que se practican en Nueva Era, aparecen fútbol de salón (60 alumnos), patín (45), acrobacia en tela (30), taekwondo (65) y gimnasia para damas (30). La institución ubicada en el neurálgico espacio de las Cuatro Plazas también ofrece el servicio de gimnasio de musculación, equipado con modernos aparatos al que asisten 70 socios. En tanto, la actividad de la gimnasia deportiva se redujo en un 45 por ciento a partir de los tiempos de impuestos altos y bolsillos flacos que atraviesa el país.
En temporada de otoño-invierno, Nueva Era se distingue a través de un natatorio climatizado, en cuyas aguas nadan 460 personas. Es que además de las clases de natación convencionales, la institución ofrece un servicio mercerizado de hidroterapia para 50 vecinos de Barrio Belgrano, por intermedio de un convenio que el club mantiene con la Municipalidad de Rosario. “Eso sí, en verano vamos a pérdida con la pileta”, lamentó el presidente Raúl Travacio.
Por intermedio de otro convenio municipal, dentro del Nueva Era funciona el Centro de Educación Física (CEF) Nº 49, para que 50 alumnos puedan desarrollar sus actividades recreativas. Y sobre el frente del club, a la derecha de una estricta portería que restringe el ingreso de aquellos que no son socios, se ingresa a un restorán que supo ser un reconocido bodegón, que en sus años mozos fue célebre por su generoso menú para los comensales de Barrio Belgrano. Hoy, la realidad es distinta y el servicio gastronómico del emprendimiento sufrió una considerada merma. Además, el Nueva Era Club cuenta con un campo de deportes en Mendoza y Sánchez de Loria. “Allí asisten entre 70 y 80 chicos de bajos recursos, de los barrios cercanos a la zona. El predio está a cargo de Claudio Rosas”, indicó el tesorero Salvo.
Las maratones organizadas por Nueva Era, las clases de yoga y los talleres de arte también forma parte de las actividades diarias y periódicas que se realizan en el club. Desde el ciclista Héctor Acosta -quien llegó a participar de los Juegos Olímpicos de Tokio 1964 e integró el equipo argentino que finalizó en la cuarta colocación en la prueba contrarreloj por equipo masculino-, hasta la exitosa voleibolista Mirna Ansaldi que llegó a componer la selección nacional y trascendió fronteras jugando en prestigiosas ligas europeas, muchos deportistas enriquecieron la historia del Nueva Era Club. De aquella casona con caballeriza ubicada detrás de las Cuatro Plazas, hasta convertirse en una institución referente de la zona oeste de Rosario. Hoy, soportando tempestades económicas pero con el mismo empuje desinteresado que lo caracteriza desde hace 83 años.
NOTA RELACIONADA: