Francia y Portugal disputarán esta tarde la final de la Eurocopa 2016 en París, que marcará un nuevo reinado en el fútbol del Viejo Continente después de ocho años de supremacía española.
El partido se jugará desde las 16 en el Stade de France, situado en la comuna de Saint Denis, al norte de la ciudad, con arbitraje del inglés Mark Clattenburg. En Argentina podrá verse por Canal 9 para el interior del país o bien por el sistema satelital DirecTV.
La final se presenta con un pronóstico muy cerrado en cuanto a favoritismo, porque ambos equipos llegan de jugar su mejor partido en semis. Francia eliminó con un 2-0 al actual campeón del mundo, Alemania, y Portugal hizo lo propio ante Gales por idéntico marcador, con una actuación decisiva de Cristiano Ronaldo, que hasta esa instancia no había tenido actuaciones deslumbrantes.
Cierto es que Francia, en el análisis global de su campaña, plasmó un recorrido más convincente, con cinco victorias en los seis partidos. En el Grupo A, que se adjudicó invicto, venció a Rumania (2-1) y Albania (2-0) y empató con Suiza (0-0) cuando ya estaba clasificado. Después arrasó en la fase final: 2-1 a Irlanda del Norte, 5-2 a Islandia y 2-0 a los alemanes.
Los lusos pasaron de ronda como uno de los mejores terceros y tras empatar tres partidos en el Grupo F: 1-1 con Islandia, 0-0 con Austria y 3-3 con Hungría. La primera victoria llegó en octavos de final ante Croacia (1-0), el pase a semis luego de marginar 5-3 por penales a Polonia (1-1) y el arribo a la final con el 2-0 ante Gales.
Los franceses buscarán su tercera corona continental para sumarla a las conseguidas en 1984, también como locales, y 2000 en la edición organizada por Holanda y Bélgica, que se adjudicaron con un gol de oro del argentino David Trezeguet ante Italia (2-1).
Portugal hará el segundo intento de consagrarse campeón de la Euro tras la frustración por la final perdida en su propio país ante Grecia en 2004. Cristiano Ronaldo, por entonces un joven de 19 años, fue titular aquella tarde en el Estadio da Luz de Lisboa, por lo que tendrá una histórica oportunidad de revancha.