Práctico y efectivo. Así fue Independiente del Valle para lograr la victoria más importante, hasta acá, de su historia. El sorprendente equipo ecuatoriano le ganó 3-2 a Boca y de esta manera jugará la final de la Copa Libertadores ante Atlético Nacional de Medellín.
El inicio fue a pedir de Boca, que arrastraba la derrota 2-1 de la ida. El gol tempranero de Pavón tranquilizó a todos. Con ese resultado el Xeneize se metía en la final. Pero fue tanto el relax que la visita lo aprovechó. Caicedo empató y enmudeció a la Bombonera.
En el segundo tiempo a Boca no le salió nada y a Independiente todo. La visita se puso en un minuto dos goles arriba. Primero fue Cabezas y luego José Ángulo, con la estimable colaboración de Orión. Tan fatídico fue esa etapa para el Xeneize que hasta Azcona le atajó un penal a Lodeiro. Independiente, ante todos los pronósticos, venció a Boca en los dos partidos y jugará por el título. El Xeneize vio como un equipo humilde de Ecuador le quitó, de manera justa, la chance de disputar su undécima final de la Libertadores.