Eduardo Bermúdez cumplió un mes como presidente leproso y lo disfruta. Si bien los problemas están a la orden del día, la llegada de refuerzos no es sencilla y en la tesorería no sobra la plata, el máximo directivo rojinegro se muestra feliz y como prometió en campaña, se instaló en Bella Vista para estar más cerca del plantel.
—¿Estás instalado en Bella Vista?
—Lo dije en la campaña, que me iba a instalar en Bella Vista con Martín Mackey para estar cerca de los muchachos. Estoy hablando mucho con ellos, me cargan porque dicen que nunca vieron a un presidente en el vestuario todo el día. Pero me gusta, hablo con los experimentados, a (Víctor) Figueroa lo pincho para que vuelva a su nivel, a (Mauricio) Tevez lo aprieto para que no se caiga. ¡Ojo! No soy el técnico, pero les hablo para motivarlos y si hace falta para cagarlos a pedo.
—Llegaron cinco refuerzos, ¿estás conforme con los nombres que pudieron traer?
—Nosotros en campaña siempre dijimos que íbamos a traer las incorporaciones al principio de la pretemporada. ¿De qué te sirve traer los jugadores a pocos días del inicio y que no puedan trabajar con el técnico? Nosotros prometimos tener dos jugadores por puesto, que íbamos a buscar un promedio de 1,400 y habíamos dicho que este año queríamos tener un 80 por ciento de jugadores de experiencia y un 20 de juveniles. Eso lo cumplimos. Nunca prometimos campeonatos, ni nada extraordinario.
—¿Qué refuerzos faltan traer?
—Tenemos que buscar un lateral izquierdo, ya que con Udinese teníamos acordado el préstamo con (Emanuel) Insúa, pero él no quiso venir, en realidad su representante nos dijo que estaba esperando algo de Europa.
—¿Te molestó que Insúa les dijera eso y terminara en Racing?
—No, no me molestó. El que quiera venir a Newell’s tiene la puerta abierta, acá no queremos jugadores que no tengan ganas de estar. El hermano me dijo que esperaba algo de afuera, pero le debe a haber surgido una buena propuesta económica de Racing y está en su derecho.
—Además del tres, Osella pretende otro zaguero.
—Nosotros tenemos dos problemas, el tesorero y el juez. Ya no podemos comprar nada más. Hicimos un esfuerzo fuerte con Amoroso (Newell’s compró el pase en 1,3 millón dólares a pagar en cuotas), los otros jugadores llegaron a partir de nuestras relaciones, ya que todos vinieron a préstamo.
—Vino Mauro Matos, que es un delantero muy codiciado, pero hubo muchos cuestionamientos hacia vos porque prometiste que iba a venir Tacuara Cardozo, ¿te molesta que te peguen tanto?
—¿A mí me preguntás si me molesta? No, olvidate. No leo nada, las redes sociales van a estar siempre, pero a mí no me afectan porque no las leo ni me interesan. Yo tuve a (Américo) Gallego en el banco, mirá si me voy a preocupar por lo que digan un par de pibes en Twitter. Yo de Tacuara no dije que ya estaba, en realidad lo dijo Pedro Aldave, que estábamos tratando el tema. Pero había que analizar muchas cosas y lo que no quiero es traer un jugador para entregar una plaqueta. Lo que estoy seguro es que no usé nada en campaña que no esté cumpliendo. Dijimos que íbamos a traer un nueve de jerarquía y vino Matos.
—Hablás de llegar a un promedio de 1,400, ¿no es poca expectativa?
—¿Vos creés que yo no quiero ser campeón o pelear arriba? Pero debo ser realista, no puedo prometer cosas para ganar una elección y a la hora de gestionar mienta. Yo no dije que iba traer a (Jorge) Sampaoli, ni a otros técnicos, ni que íbamos a salir campeones. Claro que tengo otra expectativa, pero dejen que salgamos de este momento y después vamos por más. El socio de Newell’s es muy inteligente, muchos creen que no, pero se equivocan. Nosotros no prometimos nada extraordinario y ganamos las elecciones. No digo que el que no nos votó no sea inteligente, son gente que pensaron en otra posibilidad.
—¿Esperabas que a pocos días de asumir las críticas sean tan duras desde algunos sectores políticos?
—Traigan ideas, no problemas. Ya está, ganamos nosotros y vamos a estar cuatro años y medio. Los otros deben ayudarnos a gobernar. Entiendo que hay muchos jóvenes que estaban con muchas ganas de trabajar y pueden estar golpeados. Que vengan a charlar, que nos digan qué pueden aportar. Ahora, si estamos en las redes sociales, en WhatsApp, pidiendo informes… eso no nos va a llevar a ningún lado.
—No es sólo redes sociales, hay mucha gente que te cuestiona en el club, agrupaciones que forman parte de la vida diaria en Newell’s, ¿lo dejás pasar o te enojás?
—Yo no soy político. A esta altura de mi vida podría estar tranquilo y no meterme en este problema. Yo quiero que vengan con sus proyectos. Todo eso que prometían en las elecciones, aunque yo no vi mucho proyecto, era más bien ‘pegenle a Bermúdez’. Yo parecía un tipo siniestro. El Pájaro (Giraudo) llegó a decir que si ganaba yo era Videla. Nunca entendí esa política de destrucción que ellos planteaban. Pero al final la gente no les hizo caso. Fijate que al final llegamos nosotros y el Frente con (Luis) Facciano, que es un tipo bárbaro, que me gustaría que se sume, como mucha otra gente. Ahora, los que vienen con maldad, que vienen con gritos, esos no tienen cabida. Lo que deben saber los que se sumen es que no vamos a estar de acuerdo en todo, administrar pasión es muy difícil. No es una empresa, la pelota pega en el palo y sale, y estos tipos van a venir a matarte. Pega en el palo y entra, y los otros se los comen. Es la ley de la vida.
—¿Por qué bancaste tanto a Osella?
—Estuve dos meses con Mackey siguiendo el trabajo de Osella. Y vi que trabajaba muy bien, que los jugadores lo aceptaban, que era ordenado… el problema es que antes no había dirigencia.
—Un partido donde la pelota fue más afuera que adentro fue el Clásico, ¿qué pensás que pasa en este partido desde hace algunos años para que Newell’s no pueda ganar?
—Tiene que ver que es un partido de fútbol. El último Clásico tuvimos que ganar y se empató. Todos queremos ganar, estamos preparándonos para ganar. El hincha viene y te dice ‘hay que ganar el Clásico’… Claro que hay que ganar el Clásico, y estamos armando un equipo para hacerlo.
—¿Cómo estás viviendo este primer mes como presidente?
—¿Sabés que estoy todo el día acá no? Estoy muy contento, creo que se nota. También estoy algo cansado, con muchos viajes a Buenos Aires, peleando por la plata, por los refuerzos, pero sabía que iba a ser así y lo disfruto. Y encontré un lugar hermoso, Bella Vista es un lugar bárbaro. Además Osella está muy motivado, a los jugadores los veo contentos. Si nos ordenamos tenemos más posibilidades de obtener resultados positivos.
“Espalda con espalda”
Bermúdez hizo referencia al tema AFA y confirmó que van a pelear juntos con Central para tener un mejor lugar en el reparto de dinero. “Estuvimos charlando con la gente de Central y decidimos ir espalda con espalda. Cada uno va a defender su posición, pero juntos, acá ir por separado nos perjudica a los dos. Me parece buena gente, con códigos, que nosotros también los tenemos”, confió.
—¿Cómo ves AFA?
—Se maneja mucho por afuera. No hay un referente. Cada uno busca su ventaja. Antes, gustara o no, estaba Grondona y paraba todo. Acá hay un problema de poder y necesidad, y eso te lleva los votos. Si no aparece un caudillo va a ser muy difícil salir. Ahora quieren armar una comisión de notables y está bien. Lo que debemos hacer los presidentes es dejarlos trabajar. Si cada uno quiere interferir, si cada uno quiere opinar, si cada uno quiere sacar ventaja, de estos no salimos más.