Un joven de 26 años murió anteanoche en medio de un recital que ofrecía la banda de rock La Renga en el anfiteatro Plaza Añoranzas, a metros del Río Dulce en la capital de Santiago del Estero.
El joven se descompuso cuando la banda tocaba sobre el escenario y perdió la vida minutos después al llegar al Hospital Regional, informaron medios de prensa locales.
Se trata de Sebastián Alfonso Medina con residencia en el barrio Lourdes de la ciudad santiagueña de La Banda.
Si bien en un principio trascendió que los investigadores trataban de establecer si el joven habría muerto por una sobredosis, el empresario de rock José Palazzo aclaró más tarde que “no había toxinas en el cuerpo”.
“La autopsia de Sebastián dice que murió de un infarto por insuficiencia cardíaca, no había toxinas en el cuerpo, por favor aclarar”, escribió Palazzo en su cuenta de Twitter.
Además, agregó en esa red social que la víctima “tuvo arritmia y suba de tensión, lo que generó el infarto fulminante, pésame para los familiares”.
El juez Darío Alarcón, a cargo del caso, había ordenado que se realizara una autopsia para determinar la causa de la muerte, algo que finalmente se confirmó horas más tarde.
Personal policial de la Comisaría Seccional Primera de la capital santiagueña se encontraba investigando el caso ocurrido en la plaza que se encuentra emplazada a orillas del Río Dulce y posee una capacidad para 7 mil personas.
Antecedentes en Río Tercero y La Plata
Otros episodios trágicos vinculados con un recital de La Renga ya ocurrieron en el pasado.
En enero de 2015, Ismael Sosa, de 25 años, apareció muerto tras un recital de la misma banda en la provincia de Córdoba. El cuerpo del joven apareció en el lago Embalse de Río Tercero, en avanzado estado de descomposición. Sosa había viajado desde la localidad bonaerense de Merlo al recital con su novia y amigos.
El 30 de abril de 2011, Miguel Ramírez, de 32 años, recibió el impacto de una bengala en el cuello en un recital de La Renga realizado en el autódromo Roberto Mouras, de La Plata.
De inmediato, el hombre fue trasladado al hospital de Melchor Romero, donde falleció el 9 de mayo tras permanecer varios días con muerte cerebral. Por el hecho, la Justicia platense condenó a nueve años y medio de prisión al joven Iván Fontán por arrojar la bengala que mató a Ramírez.
El tribunal lo encontró culpable del delito de “homicidio simple con dolo eventual”, es decir que debió representarse que con su accionar podía causar una muerte.
El acusado siempre admitió en el proceso que él arrojó una bengala, aunque alegó que no podía saber si fue la que impactó en Ramírez, porque fueron varios los objetos pirotécnicos que lanzó el público en la oportunidad.