Hago canciones”, dice simple y conciso Aldo Simón. “Después me rodeo de músicos que admiro mucho y que tienen una impronta más funkera, más rockera. Trato de fusionarlo. Hago canciones simples que pueden tocarse con la guitarra, con dos o tres acordes, pero las llevamos a otra forma de expresión, algo más del rock o del funk”, resume el cantautor y guitarrista oriundo de Reconquista que el sábado, a partir de las 21, en el Gran Salón de la Plataforma Lavardén (Laprida y Mendoza) presentará su primer disco solista, La lumbre de un viajero, ganador del Concurso de Coproducciones Discográficas de la Editorial Municipal de Rosario 2015.
“El título de este disco es una metáfora para dirigirnos a la Luna, que es el astro inspirador de mis canciones”, dice sobre el leitmotiv de varias de las composiciones y el arte de tapa. “Es parte de un diseño integral que fue pensado para hacer referencia a las fuentes de inspiración, en este caso, la Luna”.
El recorrido luego del cual Simón llegó a editar este disco incluye su venida a Rosario en el 93, la formación de la banda Mumenko, con la que editó Cuadro, un material que también incluía sus composiciones, con un estilo similar al que puede apreciarse ahora. “Ese proyecto lo interrumpí porque asumí otro rol, el de guitarrista, en varios proyectos que abordaban músicas de Brasil, de Uruguay; estuve estudiando un poco. La verdad que me gustaba mucho ese lugar pero nunca dejé de hacer mis canciones hasta que llegó el momento de registrarlas”, cuenta quien, como guitarrista, supo acompañar a Gonzalo Aloras, Los Amigos de Ese, Pesso Bossa Nova, María y Sus Zapatos, Matías Barrera, Dani Lesté, La Bandurria y Tito Libélula. De hecho, esta última, de la que aún forma parte, será la banda telonera de mañana. “Me dieron la posibilidad de invitar una banda y me invité a mí”, bromea.
Para escribir, Simón recorre la poesía leída y busca la sonoridad de las palabras, las frases. “No ves / que el desierto / nos abre / no ves / que la Luna / nos mira”, tal el fragmento del tema “¿No ves que ya no somos chiquitos?”, de Luis Alberto Spinetta, elegido para la retiración de tapa del disco. “A veces no son historias sino sensaciones e imágenes que me dan conformidad”, sostiene.
La lumbre de un viajero fue tomando forma en Berimbau, el estudio de grabación de Simón, donde se dieron cita Juan Pablo Mariño, Leandro Demauro y Ezequiel Mina, los músicos que forman su banda, así como también Matías Barrera, Nicolás Mu Sánchez, Julián Venegas, Juan Barreto, Homero Chiavarino y Daniela Lesté, entre otros invitados. Esos amigos fueron haciendo su aporte en el material cuya grabación concluyó en 2014, razón por la cual los temas que podrán escucharse mañana vienen rotando en internet e incluso siendo tocados en vivo. “Algunas de las canciones vienen de arrastre, otras fueron hechas cerca de la grabación del disco que ya tiene algunos años. Lo que pasa es que no lo había editado. Lo mandé al concurso de la Municipalidad y quedé seleccionado. De otro modo, no tenía posibilidades de editarlo porque sacar un disco cuesta buena plata”, describió.
Entre los temas se destacan “Luz serás”, de cuyas estrofas se desprende el título del disco: “La lumbre del viajero / la brisa de febrero / algunas vez volverá / sonríe a la Luna / sube, sube y suma / algunas vez luz serás”; la dulce y profunda “Sola” y “Tus manos se agitan”, canción que abre el material, inspirada en el documental Sólo se escucha el viento. “Es uno de los primeros trabajos que vi sobre la deforestación del Chaco latinoamericano, de los desmontes. Ese documental está armado desde un lugar sonoro porque marca esa devastación desde el silencio absoluto. Donde no hay un pájaro ni una persona, porque en esos lugares tan ricos que eran selvas hoy no se escucha nada más que el viento”, detalla.
