“Gordo, decime la verdad ¿Vos te crees famoso o importante como para denunciar de esa manera a la 21ª? (…) No seas boludo. Ojo con lo que hacés. Pensá en tu familia. No llames a fiscales ni jueces. Eso es de putos”. El mensaje llegó a la casilla de Facebook del popular cantante de cumbia Beto Riba ayer a las tres de la madrugada después de que, horas antes y a través de un posteo en esa red social, denunciara un caso de violencia policial que lo tuvo como víctima. La publicación había sido hecha el lunes a las 16 y horas después ya se había compartido más de 2 mil veces. Según contó Beto, esa mañana un uniformado lo detuvo tras un incidente de tránsito en Lamadrid y Oroño y, junto con otros tres agentes, lo llevó a la seccional 21ª, donde lo obligaron a desnudarse y lo golpearon. En total, estuvo cuatro horas incomunicado hasta que se dio aviso a su abogado.
“Tengo la suerte de que soy famoso y todo el mundo se enteró, pero lo que me pasó a mí le podría haber pasado a cualquiera. La Policía es como uno ve en el diario, mata a los chicos, aprieta a la gente, arma causas”, dijo el cantante en diálogo con El Ciudadano y explicó lo que pasó anteayer.
Alrededor de las 9, Beto fue a desayunar a la estación de servicios de Oroño y Lamadrid, como hace frecuentemente. Cuando estaba bajando del auto, otro vehículo le chocó la puerta. Él bajó y le pidió al automovilista los datos para el seguro, pero el hombre se negó y empezaron a discutir. En medio de los gritos entre los dos hombres, intervino Carlos R., un uniformado a quien Beto conocía de vista por ser habitué de ese mismo bar y cliente de Jorgito, el conocido carrito de comidas que el cantante de cumbia tiene en Laprida y 27 de Febrero.
“El policía me quería llevar detenido. En un momento, el hombre que me tenía que dar los datos se va y yo le dije al policía que por qué no lo frenaba a él, que era el que me había chocado. Ahí fue que empezamos a forcejear porque me quería detener. Vinieron otros tres policías y me metieron a la fuerza en el patrullero”, contó Beto.
Los uniformados lo llevaron a la seccional 21ª donde, siempre según la versión de Beto, lo metieron a golpes en un baño: “Me hicieron desvestir, me rompieron el buzo, me obligaron a sacarme el calzoncillo y el policía (por Carlos R.) me molió a golpes. Tengo hematomas en el cuerpo y en la cabeza”.
Después, los uniformados lo sacaron del baño y él empezó a gritar. “El policía pidió unas esposas para dejarme detenido; como no había, me esposó a otro preso. Yo le decía que no podía hacer eso. En total me tuvieron como cuatro horas ahí antes de poder hablar con mi abogado”, dijo.
Según el cantante, apenas llegó a la seccional todos lo reconocieron. Incluso, una agente le pedía disculpas por el accionar de Carlos R. “En un momento llegó el comisario y yo le dije que haga algo y él me dijo que no podía intervenir hasta que no termine el procedimiento. Cuando llegó el médico de la Policía, certificó que yo tenía golpes, y ahí se empezaron a poner nerviosos, porque se dieron cuenta que se les fue la mano”, contó Beto.
Cuando salió de la seccional, Beto hizo el posteo de Facebook que en pocas horas se volvió viral. Poco después, empezaron a llegar las intimidaciones. A la amenaza a través de Facebook se sumaron llamados a su teléfono con el mismo tono. Para Beto, los mensajes son de personas vinculadas con el personal de la seccional 21ª. “Me están amenazando pero yo voy a ir hasta el fondo, porque deseo que no le pase a nadie más algo así”, dijo el reconocido cantante.
“Yo tengo la suerte de que soy famoso, pero esto le pasó a muchos chicos que los muelen a golpes, los matan, les arman causas y nadie se entera. Yo sé que no todos los policías son malos, pero hay una gran parte de la fuerza que está acostumbrada a manejarse así”, añadió.
Finalmente, ayer a la mañana el cantante dejó sentada la denuncia en la Dirección de Asuntos Internos que investigará el accionar del personal de la comisaría 21ª junto con la Unidad Fiscal de Corrupción y Violencia Institucional de la Fiscalía Regional.
