Un joven y su padre fueron detenidos anteanoche en la localidad bonaerense de General Pacheco por el crimen de Fabricio Bermani, un soldado voluntario que fue asesinado de un tiro en la nuca en junio último en la ciudad entrerriana de Chajarí.
Fuentes policiales informaron que la captura se produjo cuando ambos circulaban en una camioneta blanca con patente falsa y fueron interceptados por efectivos de la Policía Federal que los estaban buscando.
Los detenidos fueron identificados como Brian Joel Escobar (de 18 años), que era soldado como la víctima, y su padre, Antonio Escobar (59), quien era buscado desde 2013 por el homicidio de otro joven, Jonatan Cristian Toledo, cometido en la localidad bonaerense de Morón.
Este hombre, además, tiene otras causas por asociación ilícita y por tenencia ilegítima de arma de fuego. Escobar padre es considerado un pesado dentro del ambiente delictivo bonaerense y fue en los años 90 integrante de la banda de Luis “Gordo” Valor, que se dedicaba al asalto de bancos y camiones transportadores de caudales.
De hecho, los investigadores creen que el fusil FAL, el chaleco antibalas y las municiones robadas al soldado Bermani (de 22 años) cuando lo asesinaron tenían como destino su uso en hechos delictivos, probablemente en piratería del asfalto. Ambos habían sido buscados sin éxito en la ciudad entrerriana de Concordia, donde apareció la moto de Brian, y también en el norte bonaerense, porque el padre tenía varios aguantaderos en los que se refugió todos estos años para escapar de la Justicia. La orden de captura la libró el Juzgado de Garantías Nº 3 de Morón a pedido del fiscal Nº 7 de ese distrito, Matías Rappazzo, quien lleva adelante la pesquisa por el crimen de Toledo. Padre e hijo quedaron alojados en la División Homicidios de la PFA y a disposición tanto de la Justicia de Morón como de la de Entre Ríos, donde están acusados de homicidio calificado y hurto calamitoso. Ejecución Bermani fue asesinado en la madrugada del 19 de junio, Día del Padre, en adyacencias del Regimiento de Caballería de Tanques 7, donde cumplía una guardia.
Según los peritajes, el joven fue obligado a acostarse boca abajo, con las manos extendidas hacia adelante, y luego fue ejecutado de un disparo en la nuca desde una distancia no menor de un metro y no mayor de dos.
Una de las hipótesis que manejan los investigadores es que Brian, quien era compañero de Bermani en el cuartel, engañó al joven y lo llevó a un sector alejado del predio, mientras que su padre le habría disparado con el solo fin de robarle.
La sospecha sobre los Escobar, dijeron fuentes del caso, se inició luego de que varios testigos dijeron a la Policía que horas antes del asesinato habían visto cerca del regimiento un auto Chevrolet Corsa gris con vidrios polarizados, ocupado por cuatro personas, que era propiedad de la madre del soldado Escobar.
También se tuvo en cuenta la pistola calibre 3.80, similar a la usada para rematar a Bermani, que había exhibido ante sus camaradas el sospechoso meses antes del homicidio y que, según algunos testimonios, intentó vender sin papeles, antes de fugarse, a conocidos de la ciudad de Chajarí.
En la casa de los Escobar se encontraron 12 botones y un cierre quemado, que guardan similitud con los de los chalecos antibalas como el que tenía colocado y le fue robado a Bermani la madrugada en que fue asesinado.
En tanto, el juez de Garantías Eduardo Degano, a cargo del expediente, le dictó 45 días de prisión preventiva a la madre de Brian, Nilda Beatriz Leiva, luego de que el fiscal Maximiliano Larocca Rees la acusara por encubrimiento en la fuga de su hijo y su marido y como partícipe necesaria en el crimen del soldado.
El juez se declaró incompetente para seguir a cargo del expediente y entendió que debe pasar a la Justicia federal, porque el soldado se encontraba “en un lugar destinado a la defensa nacional y se sustrajeron bienes de propiedad del Estado nacional”.
Sin embargo, esa cuestión aún no se definió y está en manos de la Cámara de Casación Penal de la provincia
