Este invierno se triplicó la cantidad de gente que demanda asistencia nocturna en situación de calle: de las aproximadamente 100 personas que se registraban hasta el año pasado en la actualidad son unas 300. Este dato surge de la cantidad de raciones de comida que distribuye el Movimiento Solidario, uno de los grupos que realiza dos veces a la semana recorridas nocturnas y brinda también alimentos, abrigos y asistencia integral a quienes pernoctan en entradas de edificios, hospitales o viviendas abandonadas.
Según explicó a El Ciudadano Richard Camarasa, referente del grupo, “el número de quienes por diferentes razones eligen dormir a la intemperie creció notablemente producto de una profunda crisis social y, obviamente, se trata de personas que atraviesan una situación de extrema vulnerabilidad que tal vez tengan un techo pero prefieren quedarse afuera por miedo a perder sus pertenencias o su espacio”.
De acuerdo a lo que señaló Camarasa, aumentó notoriamente la presencia de adultos mayores y madres con sus hijos en las calles. No obstante, destacó que, “a diferencia de otros años, actualmente se está haciendo un trabajo en conjunto con las áreas municipales y provinciales que tienen competencia en estos casos, lo que antes no ocurría: hoy los funcionarios involucrados en estas problemáticas nos atienden el teléfono y tratan de brindar respuestas inmediatas para casos que necesitan ayudas puntuales”.
Movimiento Solidario hace siete años que camina la ciudad, no pertenece a ningún partido político ni recibe ayuda estatal y basa su labor únicamente en donaciones de particulares y colectas. Las recorridas las realizan los integrantes del grupo los martes y jueves en el centro y macrocentro de Rosario, ocasiones en las que además de entregar alimentos, frazadas, calzado o ropa, intentan realizar un trabajo para tratar de reinsertar a la gente que encuentran: conseguirles empleo, como también ayudarla en la tramitación de DNI, Asignaciones Universales por Hijo o jubilaciones.
“Nuestro trabajo tiene la particularidad de que cada persona para nosotros tienen identidad, tiene nombre y apellido. Tenemos un relevamiento de la gente que abordamos porque lo que tratamos es que a partir de ese conocimiento ver cuáles son las necesidades en las que podemos trabajar y proveer una ayuda concreta”, remarcó Camarasa.
En tanto, Claudino Chamorro, presidente del Centro de Ex Combatientes de Rosario, organización que entrega 300 raciones de alimentos de lunes a viernes por la noche, admitió que si bien “no realizamos un relevamiento de gente, notamos que hay más personas en la calle”. En el mismo sentido reconoció que el año pasado “a veces nos sobraban algunas raciones, pero ahora llegamos con lo justo y hasta hay ocasiones en que nos quedamos cortos”.
La voz oficial
Sobre la situación de personas en situación de calle que a prima facie parece ir en aumento, Laura Capilla, al frente de la Secretaría de Desarrollo Social de la Municipalidad, destacó el “operativo invierno” que lleva adelante el área que integra, sobre el cual explicó que se basa en tres ejes: uno es el sistema de albergues de tránsito nocturnos, dentro del que se cuenta el que depende del Ejecutivo local, con 40 plazas que se ocupan en su totalidad por las noches.
Además, a través de un convenio, el Refugio Sol de Noche dispone de alrededor de 45 camas. Ambas instituciones cubren su cupo por completo en estas noches de invierno.
El segundo eje de trabajo referido por Capilla se centra en la relación de la Secretaría con las distintas organizaciones sociales que realizan recorridos nocturnos para repartir raciones de alimentos.
El tercer punto que forma parte del trabajo corresponde a la labor que llevan adelante el área de Desarrollo Social con personal de la Guardia Urbana Municipal (GUM) junto a operadores sociales para asistir a aquellas personas que por determinadas razones no quieren alojarse en un albergue nocturno.
“En su mayoría son hombres que sufren de alguna patología psiquiátrica y son cerca de 20 personas las que se encuentran en esa situación, a las que se les aceran frazadas y comida”, detalló la funcionaria, por lo cual para el Ejecutivo habría unas cien personas en situación de calle: 85 que pernoctan en albergues y otras 20 que no quieren recibir ayuda.
Para la secretaria de Desarrollo Social, el balance del llamado “operativo invierno” en la ciudad es positivo, y en este aspecto destacó que se ha puesto en escena la relación entre el Estado y las distintas organizaciones sociales.
“Hemos trabajado para fortalecer los lazos, entendiendo y poniendo en práctica los protocolos a seguir en cada caso en el que se debió actuar para dar respuesta inmediata”, dijo.
“Detrás de cada persona en situación de calle hay diferentes y fuertes historias. Aquel que llega a la calle lo hace con un pasado de vida complicado y con características y padecimientos muy diferentes, por lo cual la solución que se les debe brindar no es la misma para cada uno”, concluyó Capilla.