El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, criticó ayer la “tozudez” del gobierno de Mauricio Macri en la instrumentación de los aumentos de las tarifas de servicios públicos y señaló que “no es bueno” que el gobierno espere una resolución de la Corte Suprema.
“Si no hubieran tenido una mirada tan tozuda, el problema se habría resuelto. De aquí para adelante hay que establecer reglas de juego claras”, planteó el gobernador, en declaraciones que formuló a Radio del Plata.
Al mismo tiempo, se declaró en contra de que el gobierno espere una decisión de la Corte Suprema de Justicia sobre el fallo que frenó el aumento en la tarifa del gas, por considerar que el presidente debe tomar una decisión política para revertir la situación.
“Creo que a los problemas políticos debe resolverlos la política y no la Justicia. No es bueno que la Justicia tenga que estar resolviendo estas cosas, la solución debería ofrecerla el gobierno para que sea una salida para adelante. Hay que buscar un camino intermedio para que deje satisfecho a quienes han hecho el reclamo”, aseveró.
Lifschitz sostuvo que los aumentos se aplicaron “pésimamente, con tantas idas y vueltas”, que “hasta el propio gobierno se dio cuenta” de sus errores.
“Pienso que no hay que retrotraer todo porque sería peor el remedio que la enfermedad. Hay muchos sectores que pueden pagar las tarifas, entonces de lo que se trata es de tener políticas de exención, de gradualismo, de financiamiento para los sectores que lo necesitan”, planteó el gobernador santafesino.
Al respecto, el mandatario socialista sostuvo que “nadie puede acomodar su presupuesto de un día para el otro con cambios de 200, 300, 400 por ciento de aumento en las tarifas” e insistió en que la suba “debería ser gradual y con preaviso para que la gente se vaya acomodando”.
Señaló que al gobierno de Mauricio Macri “le resulta difícil aceptar críticas” y dijo que el socialismo “siempre tuvo un espíritu constructivo para encontrar puntos de acuerdo para trabajar en conjunto ya que muchos de los problemas de las provincias tienen que ver con políticas nacionales”.
“Queremos un país más federal y que las provincias tengan el rol que les corresponda, no estar alineadas políticamente sino trabajar en conjunto”, afirmó Lifschitz.