El mismo Newell’s, otro resultado. El equipo de Diego Osella no se mostró muy distinto al del torneo pasado, pero tuvo un rato de inspiración de Nacho Scocco y le alcanzó para obtener una victoria necesaria y muy festejada. Fue 1-0 frente a un Quilmes que lo complicó con poco. Quedaron dudas, rendimientos individuales para preocuparse y varios cuestionamientos al planteo, pero con los tres puntos en el bolso es más fácil revisar y corregir.
El primer tiempo de Newell’s fue un ‘deja vu’ del torneo pasado. Distintos nombres, pero sin cambios a la vista. Imprecisiones, falta de movilidad, errores defensivos y pelotazos a la nada. Así, el 0-0 con el que los dos equipos se fueron al descanso fue injusto para el local, que con muy poco hizo revolcar a Luciano Pocrnjic.
Quilmes generó riesgo a partir del manejo de Facundo Coria y los horrores de la última línea de la Lepra. Ya a los cuatro minutos avisó el Cervecero: Néstor Moiraghi hizo una falta innecesaria y Coria ejecutó cerca del palo. Y enseguida Hernán Da Campo, de frente al arco, remató a las manos de Pocrnjic.
La única de la Lepra llegó de pelota parada. Fue a los 12 minutos, cuando tras un córner, Diego Mateo peinó el balón y Scocco cambió la trayectoria en el camino para una respuesta a puro reflejo de César Rigamonti.
Después, la Lepra careció de ideas y movilidad. Domínguez abusó del pelotazo, en especial porque los posibles receptores se escondieron cada vez que buscaban opciones de pase. Y Quilmes pudo anotar. Una pifia de Moiraghi permitió que Cristian García exigiera a Pocrnjic y un error en el cierre de Luis Advíncula facilitó un centro potente de Enzo Acosta que encontró la cabeza de García y una gran atajada de Pocrnjic, que con ayuda del travesaño y la fortuna salvó a Newell’s.
Diego Osella no cambió en el entretiempo, pero la Lepra salió con otro impulso del vestuario y modificó la postura apática del primer tiempo. El Rojinegro se paró más adelante, con Facundo Quignón presionando la salida del rival y mayor movilidad del resto. Fue otro Newell’s, incluso con mayor actitud. Ese dominio sólo permitió acorralar a Quilmes, no se redituó en el marcador.
Y cuando el equipo volvía a la vieja versión, Osella mandó a la cancha a Mauro Matos para provocar un efecto positivo. Y casi le sale la apuesta, porque apenas ingresó, el ex San Lorenzo tuvo un cabezazo en la boca del arco que inexplicablemente se fue por arriba.
El partido tuvo un golpe de efecto negativo para la visita. Diego Mateo, que caminaba por la cornisa por estar amonestado, cometió una falta y dejó a la Lepra con uno menos. ¿Debió sacarlo antes Osella? Tal vez sí, pero la entrega de Pomelo a veces genera que los entrenadores lo quieran dejar en cancha y el efecto muchas veces es perjudicial. La desventaja numérica no se notó. Un poco por la incapacidad de Quilmes, un rejuntado sin jerarquía. Y tal vez por tener un hombre menos, los jugadores leprosos pusieron más esfuerzo.
El empate parecía inamovible. Pero apareció el Scocco versión 2013: apiló a tres rivales y cuando entraba al área Coria lo derribó. Penal que el propio Nacho asumió como propio y con un remate rasante estableció el 1-0.
Después la Lepra tuvo que aguantar diez minutos. Y sufrió más por los malos recuerdos recientes que por la capacidad de Quilmes para lastimar. Pudo definirlo Joel Amoroso de contra, mano a mano, pero se nubló y le pegó al cuerpo de Rigamonti. No hizo falta más. Sin jugar bien, con escasas diferencias de la versión del semestre pasado y ante un rival de bajo vuelo, Newell’s ganó. Y por ahora con eso le alcanza.
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EL DT BAJO LA LUPA
Con aciertos y errores. Arrancó con un esquema 4-4-2 con Mauro Formica por izquierda y no rindió. Modificó sobre la marcha, pero tampoco dio resultado. Sorprendió al no cambiar en el entretiempo, pero el equipo mejoró. Tal vez debió sacar a Diego Mateo antes de que lo expulsaran, pero acertó con meter a Juan Ignacio Sills por Maxi Rodríguez y dejar a Ignacio Scocco en cancha.
EL PITO
Jorge Baliño (7)
Impecable. Siempre cerca de la jugada, muy atento a los agarrones en los centros. El tandilense amonestó con certeza, más allá de que hubo muchas amarillas en un partido que en realidad no fue tan violento. Estuvo bien expulsado Diego Mateo y fue correcta la sanción del penal a Ignacio Scocco. En esa jugada debió amonestar nuevamente a Facundo Coria, que ya tenía amarilla.
EL DATO
9
partidos sin ganar (seis derrotas y tres empates) llevaba Newell’s en condición de visitante. El último triunfo fuera de casa fue en el estadio Monumental ante River la fecha 30 del torneo de Primera División 2015, con goles de Denis Rodríguez e Ignacio Scocco.
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