La Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) anunció ayer el inicio de una investigación en el mercado de las tarjetas de crédito ante la presunta existencia “abuso de posición dominante” y posible cartelización de bancos accionistas. La causa –que será tramitada ante la Secretaría de Comercio– fue presentada contra la firma Prisma –una empresa del grupo Visa–, tras la concreción de un estudio en el que se detectó que el mercado de tarjetas de crédito y medios de pago electrónicos presenta problemas como falta de competencia en el financiamiento para consumo, falta de transparencia, comisiones altas y retraso tecnológico.
El anuncio fue realizado ayer por el titular de la Comisión, Esteban Greco, en compañía del ministro de la Producción, Francisco Cabrera.
La posición dominante de la empresa Prisma en el mercado de pagos electrónicos “se evidencia en el monopolio en adquirencia y procesamiento de la tarjeta Visa, en la integración vertical con los principales bancos, tanto privados como públicos, y en la presencia dominante en los distintos segmentos: red de cajeros y pagos (Banelco), pagos online (Pago Mis Cuentas) y en las barreras a la entrada de nuevos jugadores”, explicó Greco.
Este recomendación de abrir una investigación contra Prisma, y una serie de medidas técnicas para aumentar la competencia y bajar el costo de financiamiento, se da en momentos en que el Congreso debate poner un tope a las comisiones que cobran las tarjetas de crédito a los comercios, y regulaciones que el Banco Central estudia aplicar en el mismo sentido.
Cabrera dijo que estas medidas “no van en contra del plan Ahora 12, al cual queremos prorrogar, sino en ampliar el mercado para que haya menores costos”.
Prisma procesa exclusivamente todas las transacciones de la tarjeta Visa, que representa el 60 por ciento de las transacciones del mercado que alcanza a los 24.500 millones al año. De ese total, los comercios pagan a Prisma un 3 por ciento del monto de las transacciones que representan más de 8 mil millones de pesos al año.
Prisma es propiedad de 14 bancos del país y sus principales accionistas son Galicia, Santander Río y BBVA Francés, entre otros, a los que se los investigará sobre la posibilidad de que hayan llevado adelante una cartelización.
“Esto deriva en una triple integración vertical, ya que es al mismo tiempo banco, emisor y adquirente/procesador”, advirtió Greco.
A partir de esta posición “ningún banco emisor de tarjetas Visa en Argentina procesa las transacciones de sus clientes fuera de Prisma”.
En este marco, la CNDC realizó una serie de recomendaciones técnicas para mejorar las condiciones de competencia y transparentar las condiciones de consumo.
Esto se debe a que “actualmente los precios están distorsionados porque se incluyen costos financieros que las personas que pagan en un solo pago también están pagando aún sin utilizar la financiación”, dijo Cabrera. Puso como ejemplo, que un producto por un pago cuesta 120 pesos, o 12 pagos de 10, “y lo que queremos hacer es que quede en claro cuál es el costo financiero”, de la operación.
La semana pasada, la comisión de Industria y Comercio del Senado emitió dictamen a una iniciativa del senador Alfredo Luenzo (UNA) que baja del 3 al 1,5 por ciento el valor de las comisiones por pagos con tarjetas de crédito y elimina por completo las que se aplican a las operaciones con débito, hoy fijadas en 1,5 por ciento.
No obstante, Greco dijo que no adhiere “a fijar las comisiones por ley” sino buscar formas de que haya más competencia en el mercado y bajen los costos de las operaciones.
En la rueda de prensa, la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia presentó el resultado de su análisis del mercado de las tarjetas de crédito y medios de pago electrónicos y una serie de recomendaciones al Banco Central de la República Argentina y a la Secretaría de Comercio, como autoridades de aplicación de la ley 25.065 (de tarjetas de crédito).
El informe es el primero de los once estudios que la CNDC, el organismo técnico que estudia mercados y hace recomendaciones para mejorar la competencia en sectores con alta concentración e importante impacto en el consumo y la producción. Los diez restantes corresponden a los rubros: aluminio, acero, petroquímica, comunicaciones móviles, aceite, leche, carne, detergentes para la ropa, transporte terrestre interurbano de pasajeros y transporte aéreo.