Santa Lucía es una de las zonas de Rosario sobre las que operan los gobiernos municipal y provincial. Ambas administraciones coincidieron ayer en destacar que el trabajo cotidiano de las diversas áreas se enfoca en mejorar la convivencia desde las intervenciones urbanas hasta las acciones de salud, desarrollo social y ambiente y espacio público.
En estos meses, se coordinaron los operativos de escrituración de viviendas, preinscripción para operativo de DNI, campañas de prevención de leptospirosis y vacunación contra la hepatitis B, así como vacunación y esterilización de mascotas.
Además, se ejecutaron trabajos de higiene urbana, plantación de árboles y mantenimiento integral de la plaza ubicada en Esteban de Aguilar y Colectora José M. Rosa, donde está emplazado el playón deportivo, a la par que se realizaron talleres de separación de residuos y nuevos encuentros de Canjeamos por Naturaleza.
Los vecinos del barrio participaron activamente de todas las propuestas –según los partes oficiales– y valoraron de manera positiva la presencia del Estado. “Se pudieron acercar muchas cosas a las que es difícil llegar para el vecino: el DNI, el reciclado de residuos, la limpieza del barrio”, comentó una vecina presente, quien agregó: “Formo parte de la mesa barrial desde sus inicios, me parece que es muy bueno que se pueda escuchar la voz del vecino ante las dificultades, que se pueda planificar en conjunto, desde las instituciones del barrio, desde el Estado, municipal o provincial, que se puedan hacer actividades en el barrio en conjunto”.
El Plan Abre viene trabajando en el barrio Santa Lucía con distintos programas sociales. Al trabajo que se aborda con niños de primera y segunda infancia, a los que se les ofrecen cursos de magia, malabares, percusión y hockey dentro del Centro de Convivencia Barrial (CCB), al que asisten más de 200 vecinos, se desarrolla el programa Nueva Oportunidad para jóvenes de 16 años en adelante. Además, sus participantes son invitados a reanudar su aprendizaje a través del Vuelvo a Estudiar.
Marcela tiene 16 años y es mamá de un nene de uno. En 2015, participó del curso de herrería dictado en el CCB, y a partir de allí fue contactada con el equipo del programa para que retome sus estudios regulares. “Este año, empecé otra vez a ir a clases y la verdad es que me gusta mucho. Me cuesta, porque hacía tiempo que no iba a la escuela, pero estoy feliz porque pude entrar en primer año y aunque es difícil organizarme con el nene, conseguí que mi mamá me lo cuidara esas horas”, asegura entusiasmada. En relación con la intervención integral que se llevó adelante en su barrio, la joven cuenta que se llevó una bolsa ecológica con verduras en el eco-canje y que le gustó el stand de mapeo ambiental, donde marcó cuál era su casa, la de su vecina y su escuela. “Veo que de a poco el barrio va tomando color y hay cada vez más actividades para nosotros y los chicos”, finalizó.
Este tipo de acciones son fundamentales para lograr el propósito de mejorar la convivencia en el lugar, ya que desde el comienzo del Plan Abre se han reducido de manera notoria los niveles de violencia de acuerdo a la estimación de los gobiernos municipal y provincial. Las mismas fuentes evaluaron que, gracias a la participación activa de los vecinos y la articulación entre las instituciones de la zona, en el barrio se han afianzado los lazos de solidaridad, apropiación del espacio público y convivencia, cambiando sustancialmente la realidad del barrio.
“Hace 2 años no podíamos salir a la calle por el riesgo, no podías tomar el colectivo tranquila porque tenías que salir corriendo; hoy en día no está pasando eso, está todo mucho más tranquilo, hoy uno puede ir con los chicos a la plaza y disfrutar de un lindo día”, cuenta Jorgelina, vecina del barrio desde hace 16 años. “Empezamos con las mesas barriales y eso progresó en algo, el playón, las actividades para adolescentes, que siempre fueron prioridad para nosotros. Ojalá que siga creciendo”, manifestó.
Acerca del plan integral de intervención del Estado en el barrio, la intendenta Mónica Fein declaró: “Los avances y mejoras que hoy podemos ver en el barrio son resultado de un proceso de trabajo de varios años en un barrio que tenía altos índices de hechos de violencia, donde se ha ido trabajando integralmente en acciones sociales con proyectos como el Nueva Oportunidad y el Vuelvo a Estudiar, con la apertura de la escuela, con el espacio de taller, con acciones en el centro de salud y el centro de convivencia barrial”.
Con relación a las mejoras en la plaza del barrio, que ya habían comenzado en mayo pasado, las mismas se reforzaron con tareas de remodelación del playón polideportivo para que vecinas y vecinos puedan disfrutar de ese espacio de esparcimiento y convivencia tan preciado, donde se colocaron dos para-pelotas, se cambió el piso y se instalaron bancos, sillas y mesas. Allí, en la jornada de ayer se realizó la actividad Hoy en Mi Barrio, con ferias, espectáculos, circo y música para toda la familia.
Otra de las propuestas más convocantes fue el puesto de Canjeamos por Naturaleza, que permitió a numerosos habitantes de la zona acercar una bolsa con materiales reciclables (envases de vidrio, cartón, papel, aluminio, plástico, telgopor, latas), limpios y secos e intercambiarlos por un bolso de verduras de estación, un frasco de mermelada o berenjenas en vinagre, saldo en la tarjeta Movi o un módulo para construir un jardín vertical. Más de 250 personas se sumaron a la iniciativa, con el aporte de 567 kilos de materiales reciclables que permitieron llenar 13 contenedores.
En este sentido, la titular de Desarrollo Social, Laura Capilla, resaltó también la importancia del trabajo junto a los vecinos y destacó el rol de las mesas barriales. “La conformación de la mesa barrial y su fortalecimiento fueron importantísimos en Santa Lucía. Junto a los vecinos, se fueron generando distintas actividades, particularmente en el espacio público, en la plaza, que anteriormente era un territorio de hechos violentos y que hoy los vecinos la usan, la disfrutan, y ya no se registran actos de violencia como antes”, acentuó la funcionaria.
Poner los papeles en orden
Provincia y municipio llevan adelante en Santa Lucía un programa de regularización dominial. Los equipos territoriales trabajan casa por casa para determinar la situación dominial de cada familia, lo que simplifica el trámite para el beneficiario porque no tiene que trasladarse.
En el marco de esta iniciativa, se concretaron 500 legajos de escrituración. El inicio de los trámites se realizó en oficinas móviles en frente del centro de convivencia barrial, en donde el personal de la provincia asistió a los vecinos para recopilar la documentación necesaria, realizar los convenios de pago correspondientes, y brindar asesoramiento técnico a fin de avanzar con los trámites necesarios para lograr la escrituración de la vivienda.
Al respecto, el secretario de Estado del Hábitat Diego Leone destacó: “La posesión definitiva de la vivienda otorga seguridad legal al ciudadano y le permite vender, heredar y transferir su propiedad. Nos hemos propuesto, junto al gobernador Miguel Lifschitz, finalizar las 40 mil escrituras pendientes en toda la provincia”. Y agregó: “Con esta iniciativa pretendemos que las familias puedan escriturar fácilmente, sin necesidad de trasladarse a las oficinas de la Dirección de Vivienda. Cada vez que el gobierno provincial entrega escrituras, entrega dignidad y futuro”.
Esta iniciativa de la Secretaría de Estado del Hábitat tiene el objetivo de finalizar la titularización de viviendas sociales en toda la provincia. En Santa Lucía se enmarca dentro de las acciones sociales del Plan Abre.
La escritura es el documento legal que otorga seguridad jurídica a las familias y les brinda la posibilidad de vender, transferir y heredar el inmueble, usarlo como garantía y solicitar servicios.