El nuevo campeón del Abierto de Estados Unidos, el suizo Stan Wawrinka, mostró toda la modestia de su personalidad al declarar que su único objetivo siempre que sale a una pista es conseguir ser el mejor jugador que pueda.
“Ganar el Abierto, como los dos torneos anteriores de Grand Slam, a partir de haber cumplido los 28 años, es una gran compensación a todo el esfuerzo que realizo cada vez que estoy en el campo porque lo único que hay en mi mente es superarme siempre”, destacó Wawrinka, que a sus 31 años y cinco meses se convirtió en el campeón más veterano desde que lo consiguió el australiano Ken Rosewall (35 años y 10 meses) en 1970.
Como había sucedido en todo el US Open, Wawrinka reconoció que debido a esa mentalidad, que nunca le preocupa lo que señale el marcador, el haber perdido el primer set ante el serbio Novak Djokovic en el desempate no le afectó para nada sino todo lo contrario lo motivo al ver que podía competir.
“He llegado a tres finales de Gran Slam y las he ganado porque nunca sentí la presión que debía ser campeón, sí la de salir y hacerlo bien”, destaco Wawrinka que le tocó jugar 17 horas y 54 minutos para conseguir el título en el Abierto, comparadas a las ocho y 58 minutos de Djokovic, que se encontró con tres rivales que se retiraron. “Tampoco me cuestiono si enfrente tengo al mejor jugador del mundo”.
El helvético, que se convirtió en el quinto tenista en la era de los torneos Abiertos con al menos dos trofeos de Grand Slam después de los 30 años, su compatriota y amigo Roger Federer logró sólo uno desde que cumplió esa edad, dijo que espera seguir por el camino ganador.
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