Ayer por la noche un hombre invocó a Alá, acuchilló e hirió a nueve personas en el centro comercial Crossroads de una pequeña localidad estadounidense del estado de Minnesota, Saint Cloud, en un ataque poco claro, que 24 horas después fue reivindicado por la milicia radical Estado Islámico (EI), o Isis.
El atacante entró al centro comercial vestido con el uniforme de una empresa de seguridad privada y, tras acuchillar a nueve personas, fue acribillado por un policía de otro distrito que se encontraba allí de civil. El atacante le preguntó a por lo menos una de sus víctimas si eran musulmanes antes de acometer el ataque, según revelan fuentes de la policía de Minnesota.
Hoy en conferencia de prensa, el intendente Dave Kleis dijo que nueve personas resultaron apuñaladas –siete hombres y dos mujeres– y hasta hoy por la mañana dos seguían internadas. El uniformado que ultimó al atacante fue identificado como Jason Falconer, un ex jefe de policía.
El FBI, junto con la policía, investiga las redes sociales del sospechoso y sus contactos.
Aunque su nombre aún no fue revelado oficialmente, el padre del atacante lo identificó como Dahir A. Adam, de 22 años. Entrevistado hoy por medio de un traductor, Ahmed Adan dijo que su hijo nació en África y vivió en los Estados Unidos durante los últimos 15 años. Además, contó que no tenía “ninguna sospecha” sobre su hijo en relación con actividades terroristas.
El ataque en la pequeña localidad de St Cloud, a unos 100 kilómetros al noroeste de Mineapolis, la principal ciudad del estado de Minnesota, en el norte del país, pasó relativamente inadvertido para la prensa nacional e internacional, hasta que la agencia de noticias vinculada al EI, Amaq, informó que el atacante era «un soldado del califato», como suele llamar a los milicianos de ese grupo.
Según la agencia, el hombre lanzó ese ataque en el centro comercial en respuesta a las llamadas a atentar contra los ciudadanos de los países pertenecientes coalición militar internacional encabezada por Estados Unidos que desde hace dos años bombardea desde el aire y ayuda desde la tierra a combatir el EI en Siria e Irak, los dos bastiones de la milicia.
Como ya ha sucedido en otros casos similares, nada indica que el atacante haya tenido un contacto directo, mucho menos entrenamiento o adoctrinamiento real, con la milicia que nació y se hizo fuerte en Medio Oriente. Más bien se trataría un “lobo solitario”.
Según la Policía, el atacante sólo había sido fichado con anterioridad por infracciones de tráfico.
Las autoridades locales y de Minnesota han reaccionado con cautela. El ataque coincidió con la explosión de una aparente bomba en el corazón de Manhattan, que dejó 29 heridos, y de otra explosión en la localidad de Seaside Park, en el estado de Nueva Jersey, que no causó víctimas ni daños materiales graves.
Las tres hechos coinciden además con la víspera de la llegada de decenas de líderes mundiales y cientos de diplomáticos, que participarán esta semana de una nueva Asamblea General de la ONU, la principal cita anual de la organización en Nueva York.
