Sufrió, gritó, se volvió loco por momentos y festejó como nunca. Diego Osella tuvo su tarde soñada: ganar un Clásico en cancha ajena no es algo habitual, pero si esa victoria corta una racha que ya parecía interminable la satisfacción es aún mayor.
Por eso, un rato después de festejar en el vestuario con los jugadores, el DT encaró los micrófonos y declaró con sinceridad. “Esto es la gloria. Cortamos una racha muy larga. Muchos no confiaron en este proceso cuando nos quedamos. Pero es lógico, habíamos hecho un mal torneo. Fuimos inteligentes, sufrimos en el primer tiempo, corregimos en el segundo, tuvimos nuestra chance y les ganamos muy parecido a como nos ganaron ellos otras veces”, confió un Osella que no podía ocultar su felicidad.
“Estoy muy contento por los jugadores, por el cuerpo técnico, por mi familia. La vengo remando desde hace mucho y esto es mérito del futbolista. Tuvimos la inteligencia de corregir en el entretiempo, dejamos de sufrir, entró en desesperación Central, pudimos manejar el balón y tuvimos el premio al final. Los partidos se ganan con goles, hicimos el gol, rompimos la racha y muchos de estos chicos entrarán en la historia”, reseñó el DT, resaltando al plantel.
A la hora de hablar sobre La Fiera, los elogios no escasearon. “Maxi es jerarquía pura, es parte de la historia del club, un jugador de elite. La que le quedó la convirtió. Rompimos una racha importante para la gente de Newell’s, en el momento y en la forma en que se da. Alguna virtud debemos tener”, expresó.
Y al mencionarle que Coudet había dicho tras ganar un Clásico que se había recibido de DT, Osella fue contundente: “Eso es para la gilada. Yo de técnico me recibí en 2003 en el instituto. Lo otro es puro humo”.
Maxi: “La casa está en orden”
Maxi Rodríguez cumplió el sueño de muchos jugadores, aquel que se empieza a imaginar en inferiores casi como una utopía. Ganar un Clásico con un gol sobre la hora en cancha del rival seguramente se cruzó muchas veces en su cabeza. Y ayer se cumplió.
Fue una revancha para la Fiera, que la pasó mal con esta racha negativa en Clásicos, no sólo en lo personal, sino además con lo que sucedió en la casa de su abuela, con pintadas e incluso disparos.
Por eso ayer lo disfrutó y no ocultó su alegría. “Hoy cambió todo, cambió desde el resultado. Después, el juego se analiza en otro momento, no me interesa para nada el juego. Queríamos los tres puntos. En el primer tiempo estuvimos flojos, no pudimos tener la pelota. Ganamos un partido complicado, ante un rival que quiere pelear el torneo. Pero cortamos la racha. La casa está en orden”, destacó. Y enseguida contó: “Cuando uno es jugador y sueña jugar en primera, siempre dice que quiere ganar un Clásico en el último minuto y con un gol de uno. Esta sensación la puedo ubicar como el penal contra Holanda, como el gol contra México. Es inexplicable. Estoy muy contento porque la pasé muy mal con estos partidos. Parece un sueño, lo estoy disfrutando al máximo”.
Scocco fue al banco
Nacho Scocco finalmente fue al banco, pero no ingresó. Si bien a los 20 minutos Osella lo llamó y parecía que iba a entrar, luego decidió otra variante. “Nacho es nuestro nueve. Si deja de sentir dolor, comenzaremos a darle intensidad para poder contar con él”, confió el DT. ¿Jugará el domingo ante San Lorenzo?