La actividad en la Unidad Fiscal de Delitos Económicos y Complejos no cesa. El miércoles, Marcelo Basilio Jaef declaró durante 5 horas ante el fiscal Sebastián Narvaja. Amplió sus dichos y explicó algunos vínculos que mantuvo con ciertos consortes de causa y explicó por qué mantenía relaciones comerciales con estos. A su vez, aclaró que no conoce a ninguno de los imputados sindicados por el fiscal como integrantes de la primera célula de la presunta organización criminal. También trascendió que Jaef no fue el único en declarar. La declaración más llamativa fue la que vertió un testigo, aunque hubo total hermetismo sobre esta cuestión. Simultáneamente, sigue el trámite en segunda instancia sobre los recursos de apelaciones presentados por los defensores en cuanto a la medida cautelar dictada contra sus defendidos. El primer vencimiento de la medida preventiva tendrá lugar a fin de la próxima semana, cuando se cumplen los 30 días de detención de los imputados Jorge Oneto y Jonatan Zárate, es decir el próximo 11 de octubre.
Cerca de las 10 de anteayer Marcelo Basilio Jaef fue trasladado desde la subcomisaría 24ª hasta la Unidad Fiscal a cargo de Sebastián Narvaja ubicada en Mendoza y España. Allí, el contador y empresario prestó una puntillosa declaración por al menos 5 horas. El profesional explicó a quién conoce y a quién no de las personas que están en la causa acusadas de la megaestafa con inmuebles. Sostuvo que nunca vio al agenciero Juan Roberto Aymo, su pareja Ramona Rodríguez, su ex chofer Jonatan Zárate, el escribano Eduardo Martín Torres y el prófugo Tránsito Retamar Portillo. Respecto a los escribanos Juan Bautista Aliau y Luis María Kurtzemann dijo que los conoció cuando se efectivizó la compraventa del campo de Villa Amelia que lo tiene involucrado.
En cuanto al sindicalista Maximiliano González De Gaetano sostuvo que tenía una relación con él desde hacía un tiempo por los autos. Como Jaef es un fanático de los automóviles de alta gama, le vendía a De Gaetano sus coches cuando ya habían cumplido un ciclo en su haber. Estas transacciones las hacía mediante un plan de pagos que al principio el sindicalista cumplió al pie de la letra, aunque en las últimas compras el hombre dejó de pagar sus deudas. Jaef sostuvo que tenía una relación comercial con la concesionaria de autos Sergio Trepat SA ubicada en Buenos Aires, con la que realizó una compraventa de unos 4 BMW, uno de los cuales quedó en su patrimonio y el resto se los vendió a De Gaetano. También le vendió un Jaguar y una cupé Mercedes Benz. Todas estas ventas generaron una deuda a favor de Jaef por casi 500 mil dólares, sostuvo una fuente consultada.
Pero, según esta versión, como Jaef debía cubrir sus compromisos y De Gaetano no le cumplía, Pablo Abdala, gerente general de La Capital, le realizó distintos préstamos para cubrir esos compromisos, suma que ascendió a los 200 mil dólares. El contador refirió que la relación con el sindicalista se tensó al punto que lo intimó al pago y estuvo a punto de iniciarle acciones judiciales. Ante ello De Gaetano le ofreció la propiedad de calle Presidente Roca 8 y 20 –propiedad sobre la cual se intentó una estafa en la que se encuentran imputados Jaef, Aymo y Torres– y con esa documentación fue a la escribanía Buffetti & Asoc. para realizar el trámite. Pero cuando se conoció que el poder era apócrifo no se realizó la compra venta, sostuvo. Como la deuda seguía sin saldarse, De Gaetano le ofrece el campo de 124 hectáreas de Villa Amelia. Esta propiedad excedía el monto de la deuda que tenía De Gaetano con Jaef, por lo que introdujeron en la transacción a Pablo Abdala por la deuda que Jaef tenía con éste y al empresario Leandro “Lelo” Peréz, aunque este no figuraba formalmente en la transacción. Respecto a este último, Jaef dijo que lo conoció por intermedio del dueño de la firma Fiume y como Pérez se dedicaba a la venta de autos hizo algunos negocios con él.
El declarante sostuvo que las compraventas de autos que realizó con De Gaetano están documentadas y esos boletos fueron secuestrados, en ellos figura el sindicalista como comprador de los vehículos de alta gama que originaron la deuda. Tras ello, Jaef desglosó la prueba presentada por el fiscal, puntualmente las escuchas telefónicas. El contador reconoció el contenido de las mismas, aunque brindó una explicación diferente a la interpretación que le dio el fiscal y explicó en qué momento se dieron esas charlas. En cuanto a la prisión preventiva que pesa en su contra le solicitó al fiscal que revea la medida. A lo que el funcionario le explicó que se encuentra a disposición de la jueza y que en este momento no estaba en condiciones de modificar su postura porque entendía que Jaef estaba al tanto de la defraudación realizada con el campo de Villa Amelia, circunstancia que el imputado negó rotundamente, sostuvo la fuente.
Por su parte ayer hubo otra declaración, esta vez de un testigo y se extendió por varias horas aunque no trascendió información respecto al contenido de sus dichos. A su vez se conoció que otros imputados también ampliarán sus dichos ante el fiscal Narvaja en los próximos días.