Un barrabrava de Newell´s de 29 años quedó absuelto por falta de pruebas en una causa que lo tenía como el responsable del homicidio de Daniel Casas, de 28 años, ocurrido el 7 julio de 2014 en medio de una gresca que se originó en una casa. Por este caso, una pareja que participó del altercado con el barra también tuvo la misma resolución con respecto a la lesiones que sufrió el compañero de la víctima fatal. El muchacho absuelto, identificado como Germán Ponce, figura listas de admisión que emitió la justicia este año y que tiene con la prohibición de acercamiento al estadio de Newell´s a 80 barrabravas leprosos.
El caso por el que se expidió el tribunal de Apelaciones compuesto por el magistrado Carlos Carbone, Daniel Acosta y Alfredo Ivaldi Artacho ocurrió la noche del 7 de julio de 2014 en la vivienda precaria de Casas, ubicada en Batlle y Ordóñez al 100, cerca de la intersección con Hungría, en una villa que está ubicada detrás del Parque Regional Sur. La noche del 7 de julio del año pasado Javier Enrique, de 31 años y vecino de Casas, lo invitó al cumpleaños de su papá que se celebrara en su vivienda, de Villa Gobernador Gálvez. La víctima aceptó la oferta y fue al festejo en el que también estaban invitados: Mariano E. –hermano menor de Javier–, la esposa de éste, Maira O. y los sobrinos. Según se ventiló en el juicio, mientras los comensales hacían el asado, uno de los nenes quemó con un palito la campera de Casas, lo que devino en una fuerte discusión con Mariano, de 27 años y padre de los niños. Su hermano mayor, Javier, intervino en defensa de su amigo y comenzó a pelearse con su hermano, lo que habilitó que se meta su cuñada. En medio de una situación muy tensa, el cumpleañero echó a su hijo mayor y a Casas. Mariano quedó muy alterado por lo ocurrido y decidió ir a buscar a Daniel y a su hermano, acompañado de su pareja, de entonces 25, y del joven absuelto, quien era amigo del barrio. Llegaron a eso de las 23 y tuvieron una fuerte pelea que tuvo como desenlace el crimen de Daniel, luego de que un tiro se le incrustara en la espalda y le saliera a la altura de la pelvis. Según la acusación, Maira le pegó un palazo en la cara a la víctima, segundos antes de que cayera desvanecida. En el lugar se encontraba Javier, el cual sostuvo que también fue blanco de la furia del trío, los cuales fueron detenidos por el homicidio.
Para noviembre del año pasado, el Ministerio Público de la Acusación (MPA) a través de los fiscales, Adrián Spelta y Ademar Bianchini, acusó al trío de homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego y solicitaron a los jueces una pena de 15 años para Ojeda y 18 para Enrique, ambos defendidos por Rodrigo Mazzuchini, y 20 años para Ponce, asistido por la defensa pública de Silvana Lamas y Pablo Tojo.
Los fiscales pretendían probar la participación del trío mediante la declaración de Javier E., amigo de Casas y a la vez hermano de Mariano, quien aseguró haber visto lo que ocurrió aquella noche y estaba decidido a incriminarlos. Sin embargo, los dichos de Javier no fueron concluyentes. El amigo de Casas contó que vio a su hermano con un arma en la mano, momento en que resultó golpeado, pero aclaró que no estuvo al momento en que fue ejecutado Daniel.
A su vez, en medio del proceso legal, Ponce y Mariano E. se incriminaron entre sí. Ambos aseguraron que el matador era el otro, lo que generó mayores dudas en favor de Ponce, a quien la Fiscalía decidió acusar de todas maneras por el homicidio.
Los fiscales Adrián Spelta y Ademar Bianchini, durante los alegatos de clausura del juicio, decidieron declinar la imputación y solicitar que el trío fuese penado por las lesiones sobre Javier Enrique, y sólo Ponce por el crimen. En ese marco la resolución de los jueces de primera instancia, Alejandro Negroni, Héctor Núñez Cartelle y Carlos Leiva, determinaron que no existían pruebas suficientes para condenarlos y decidieron absolverlos y ordenar su inmediata liberación. En el caso de Ponce, por el beneficio de la duda en la acusación de homicidio y falta de pruebas en las lesiones.
Tras la resolución, el fiscal Spelta apeló el fallo y a mediados de este año los jueces del Tribunal de Apelaciones, Carlos Carbone, Daniel Acosta, Alfredo Ivaldi Artacho aceptaron la resolución dispuesta por el tribunal de la primera instancia y resolvieron la absolución de Ponce en los dos delitos que se le imputaba debido a que las pruebas reunidas por la fiscalía no habían podido reunir “un grado de certeza de quien fuera el autor del disparo de fuego por la espalda y a muy corta distancia, salvo la propia asunción de la lucha a golpes que efectuaron Ponce y el propio Mariano Enrique contra la víctima”, describió la resolución.
Un barra sin facción
El muchacho figura en la lista admisión desde julio de este año, apareció en la lista de admisión para el partido donde Newell´s recibió a Puerto San Martín por la Copa Santa Fe. Por ese tiempo, la facción del Chivo Saravia se quedó con el paravalancha debido a que la lista dejó afuera a sus opositores Leo Fernández, Norberto «Al Pacino» Grillar, Marcelo «Coto» Medrano y Andrés «Junior» Vivas. Aunque algunos hinchas refirieron que no era conocido entre los integrantes estables de alguna facción y hacía un tiempo que no lo veían en la cancha. A pesar de esta información, a Ponce lo incluyeron en los dos listas que le siguieron: la del 20 de julio tras los crímenes de Matías Franchetti –ocurrido el 6 de junio- y el de Maximiliano La Rocca asesinado 21 días después del Cuatrerito, y también la del 31 de agosto que sumó 80 hinchas leprosos.