Un hombre de 61 años fue declarado inimputable y sometido a una medida de seguridad por el plazo de 10 años por una tentativa de homicidio contra su ex pareja. La decisión fue tomada por la jueza Marisol Usandizaga tras la realización de un juicio oral. El hecho se registró en octubre de 2013 cuando Miriam fue abordada por su ex marido quien la apuñalo frente a la vista de ocasionales testigos en reiteradas oportunidades. Las personas que observaron la escena trataron de parar el ataque con lo que tenían a mano: sillas, cascos y hasta un bate de béisbol que empuñó una mujer para tratar de ayudar. Nada evitó que Andrés Otaduy arremetiera contra Miriam sin decir palabra y le asestara 7 puñaladas que milagrosamente no la llevaron a la muerte. El hombre contaba con dos restricciones de acercamiento y se comprobó que sufre un trastorno psicótico crónico, por lo que permanecerá internado en un centro psiquiátrico donde su estado de salud mental deberá ser informado mensualmente.
Las filmaciones de cámaras de seguridad ubicadas en un bar de Ocampo y Corrientes registraron la saña del ataque. En ella se ve como Mirian caminaba tranquilamente por la vereda, en un momento giró y vio a su ex pareja con una sevillana en la mano que se le abalanzó. La mujer comenzó a caminar hacia atrás, estiraba sus brazos intentando evitar la agresión, pero Otaduy comenzó a acuchillarla. Mientras lo hacía, Miriam logró entrar al local y un cliente del bar le arrojó al agresor un bidón que contenía el agua de la descarga del aire acondicionado. Se observó como Otaduy nunca cesó el ataque, ni perdió de vista a su víctima. Siguió a Miriam al interior del comercio y mientras ella se arrastraba el hombre continuaba apuñalándola. Los ocasionales testigos intentaban detenerlo y para ello usaron un casco de motocicleta, una silla, lo que había a mano pero nada hizo que el hombre cesara en su objetivo. Tras ello apareció una mujer con un bate, se observa que le amagó al atacante, pero no supo muy bien qué hacer para detenerlo. En un momento los tres o cuatro hombres que intentaron auxiliar a la mujer se abalanzaron contra Otaduy que corrió entre medio de los golpes que le propinaban y salió del local. Mientras tanto Mirian, tendida en el suelo, se tomaba la espalda en la que podían verse brotar sangre.
Obsesión
Otaduy es psicólogo y tenía algunos años cursados de la carrera de bioquímica pero la ruptura de su relación amorosa con Miriam derivó en lo peor. Ambos compartieron su vida por 23 años pero, en los últimos, la obsesión de Otaduy se volvió insoportable para Miriam. A fines de 2012 la ruptura sentimental fue un hecho aunque en enero de 2013 la mujer debió solicitar una restricción de acercamiento. Pero el hostigamiento y la persecución no cesaron. En mayo de 2013 debió reiterar la medida judicial. Según los especialistas que trataron al hombre esta última situación generó un clic en Otaduy que se sintió abandonado y la obsesión por Miriam recrudeció.
El 30 de octubre de 2013 Miriam se retiró de su trabajo, iba rumbo a la parada de colectivo cuando Otaduy apareció de golpe y le asestó 7 puñaladas que impactaron en la espalda, tórax y abdomen logrando perforar pulmón, hígado y colon. Otaduy fue detenido a escasa distancia del lugar con el arma utilizada en el hecho y desde entonces permanece internado en la Colonia Psiquiátrica de Oliveros.
El hombre fue llevado a juicio oral por el fiscal Gonzalo Fernández Bussy que lo acusó por el delito de tentativa de homicidio calificado por el vínculo y por la condición de mujer de la víctima, a lo que sumó el quebrantamiento a un orden judicial. A su vez solicitó la aplicación de una medida de seguridad. La querella, a cargo de Raúl Superti, tuvo un planteo similar aunque solicitó que antes se evaluara la imputabilidad o no de Otaduy. Finalmente su defensora Graciela San Miguel solicitó la absolución y que el caso se tratara en la Justicia civil en el marco de la ley de salud mental.
El debate fue presidido por un tribunal unipersonal a cargo de Marisol Uzandizaga, que resolvió absolver a Andrés Otaduy por inimputabilidad y fijó una medida de seguridad por 10 años, plazo en el que el hombre permanecerá internado en la Colonia Psiquiátrica de Oliveros y deberán presentarse mensualmente informes sobre el estado de salud mental del hombre.