“En Rosario hay más de 400 chicos que no pueden ingresar a la sala de 4”. Así lo aseguraron desde Amsafé, una vez conocidos los resultados del sorteo de inscripción del nivel inicial que se realizó el martes pasado. Desde el gremio que nuclea a los docentes señalaron que el Estado debe hacerse responsable e invertir en la construcción de nuevas salas para contener a los infantes. Un grupo de padres de los colegios normales 1 y 2 protestó ayer frente a la sede local del Ministerio de Educación. Hoy otro grupo de padres de la escuela Víctor Mercante, de zona sur, se sumará al reclamo en la misma repartición.
La integrante de la comisión directiva del gremio docente que se ocupa del nivel inicial, Ana Dziadel, expresó que uno de los principales problemas es la falta de espacios físicos adecuados para los 12 jardines que se crearon en 2015. “Nombraron directoras para las salas que estaban dentro de las escuelas, pero se crearon muy pocos espacios nuevos. El año pasado en los meses preelectorales se inauguraron algunas salas, pero este 2016 hubo un parate”, señaló Dziadel.
Según explicó la secretaria de Nivel Inicial de Amsafé Rosario, en 2015 se resolvió que los jardines fueran independientes de las escuelas primarias. Esto implicó la creación de un jardín con una dirección propia y, en algunos casos, un portero designado. Lo que no se estipuló, según Dziadel, fue la construcción de espacios específicos para los infantes. “Como muchas salas están dentro de las primarias, no hay lugar para la dirección de ese jardín. Terminaron funcionando en depósitos o al lado de la cocina como ocurrió en Pueblo Esther”, ejemplificó.
Esta situación conlleva el incremento de chicos que ingresan a cada sala, sobrecargando la función del docente.
Por ello, desde Amsafé responsabilizaron al Estado por falta de vacantes. “El Ministerio tiene que garantizar que esos chicos tengan el espacio, tienen que cumplir con la ley. El gobierno provincial debe cumplimentar los derechos de los chicos y el gobierno nacional tiene el compromiso previo de crear escuelas y concretar la construcción de edificios”, agregó.
“En los jardines normales la demanda es grande porque los padres se aseguran que los chicos continúen en la escuela en los demás niveles. Esa zona necesita la creación de jardines. Si en el Normal 2 incluyen niños con necesidades educativas especiales, en vez de ser 25 chicos por sala tienen que ir 20, por lo que se restan 5 lugares”, señaló Dziadel como ejemplo de la crítica situación, que se replica en la región en Alvear, Villa Gobernador Gálvez y Pérez.
Crearán jardines maternales municipales
La semana pasada se aprobó una ordenanza para crear jardines maternales a nivel municipal. La iniciativa, de autoría de la concejala Norma López, prevé que los espacios se ubiquen en puntos estratégicos de la ciudad, teniendo en cuenta una adecuada distribución geográfica.
“Presenté este proyecto en septiembre de 2009. Vemos la necesidad de implementar desde el municipio servicios públicos de cuidado, atención y educación, destinados a niñas y niños de 0 hasta 4 años cumplidos. El Estado ahora intervendrá en la educación de los niños hasta el ingreso a la escolarización, lo que generará un impacto positivo al democratizar tareas al interior del hogar que habitualmente se ponen a la cabeza de las mujeres”, explicó López.
La concejala del Frente para la Victoria señaló que la institucionalización de los jardines maternales generará nuevas fuentes de empleo. “Se deberá promover su formalización y profesionalización de cuidadores y cuidadoras así como la incorporación de mujeres y varones en estas tareas, y se pueden complementar estos servicios públicos de cuidado con subsidios a la oferta privada”, subrayó.
“El cuidado es un derecho y el Estado tiene que asumir competencias como garante de la provisión y la regulación de servicios. Esto es un núcleo fundamental de la desigualdad de género, que se intensifica de acuerdo a las condiciones socioeconómicas y educativas. Cuando jefes y jefas de hogar salen a trabajar, los hermanos mayores deben quedar a cargo de los más pequeños. Esa situación en familias vulnerables generalmente deriva en trabajo infantil. Estas son las situaciones que necesitan políticas de Estado”, concluyó López.
Desde Amsafé celebraron la iniciativa pero se mostraron preocupados porque terminen funcionando con la estructura de los jardines particulares privados. “La educación de jardines maternales es diferente a la de jardines comunes de 3, 4 y 5 años. Desconocemos con qué criterio se va a seleccionar a los docentes y en qué espacio físico funcionarán. La reglamentación está muy orientada hacia la forma de manejo de lo privado. Abre las puertas a que personal no capacitado y no específico esté trabajando en jardines”, cuestionó de entrada la secretaria de Nivel Inicial del gremio, Ana Dziadel.