En el día de los inocentes la Cámara Penal hizo lugar parcialmente a un nuevo habeas corpus presentado por el Servicio Público de la Defensa a favor de un adolescente que desde agosto de 2015 es acosado en forma reiterada por personal policial. Este chico que entonces tenía 15 años fue sindicado, en un confuso episodio, como el autor de un robo. Desde entonces uniformados de la comisaría 18ª, zona donde habita, lo han detenido y le han allanado su casa sin orden en varias oportunidades.
En noviembre pasado un nuevo episodio dio lugar a una presentación de habeas corpus que fue rechazado in limine por lo que el pasado miércoles se realizó una audiencia de apelación. En esta oportunidad la Justicia hizo lugar parcialmente a la petición defensista al entender que las afirmaciones del chico y su defensor son convincentes en cuanto al temor de ser detenido ilegalmente. Tuvo en cuenta además la presentación que hizo la defensa pública ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre este caso en mayo pasado y ordenó que se mantengan las medidas de protección que dispuso el organismo internacional. A su vez notificó de la decisión al jefe policial de la UR II, en especial a los titulares de las comisarías 18ª y 13ª y al ministro de Seguridad de la provincia.
Brian tenía 15 años el 22 de agosto de 2015 cuando recibió cinco tiros. Un hombre de 51 años sostuvo que el chico junto con un amigo intentaron robar a su cuñado. Brian dijo que paseaba en moto con un amigo cuando escuchó: “Si siguen haciendo ruido con el caño de escape de la moto los mato” y comenzaron a sonar los balazos desde el techo de una casa ubicada en pasaje Santa Isabel al 3500, donde vive este vecino, un ex policía. El chico quedó tendido en el lugar mientras su amigo logró correr y avisar a la familia de Brian.
La familia del muchacho llegó cuando el pibe ya había sido trasladado a un hospital. Observaron cómo arrastraron la moto hasta la puerta de la casa y dispararon con un arma contra el frente de la vivienda, refirieron. A partir de ese momento el chico comenzó a ser blanco de hostigamientos policiales.
En diciembre de ese mismo año, uniformados de la comisaría 18ª ingresaron a la casa de Brian en el barrio San Francisquito y lo detuvieron por robo. La misma suerte corrió su madre por supuestas amenazas contra los policías, por lo que la defensa pública presentó un habeas corpus que fue rechazado in limine por el juez Hernán Postma, aunque luego la Cámara Penal revocó el decisorio y magistrado Alejandro Negroni hizo lugar a la acción que derivó en la liberación del muchacho.
El 15 de enero de este año Brian fue otra vez blanco de los policías de la comisaría 18ª cuando iba en moto y fue atacado con balas de goma para que se detuviera, según refirió. Tras ello el muchacho denunció que le balearon su casa y fue nuevamente detenido en esa seccional, donde fue golpeado y amenazado de muerte, según su denuncia. En abril los uniformados lo volvieron a detener y permaneció esposado a los barrotes donde fue golpeado, afirmó. En esa oportunidad le preguntaron si era Brian Maciel, un joven que sería asesinado al día siguiente por un otro ex policía que vive en el barrio en un presunto hecho de robo. De allí fue trasladado al Irar y logró recuperar la libertad por orden judicial.
En mayo última, la defensa pública realizó una presentación ante a la CIDH, que hizo lugar a una medida cautelar que dispuso que el Estado argentino adoptara las medidas necesarias para preservar la vida y la integridad del chico y la familia.
Mientras que el 4 de noviembre Brian fue nuevamente detenido cuando vendía bolsas de residuos con su primo y tras dar sus datos fue derivado a la comisaría 13ª para su identificación, según le refirieron. Esta nueva situación derivó en la presentación de un habeas corpus que fue rechazado in limine por la jueza Hebe Marcogliese. Esa decisión fue apelada por el defensor oficial Francisco Broglia y el miércoles último se realizó una audiencia oral ante la Cámara Penal, donde el abogado del adolescente explicó el acoso que viene sufriendo el chico por parte del personal policial.
En dicha oportunidad el camarista José Luis Mascali tomó en cuenta la decisión de la CIDH: en base a los dichos del chico y su defensor, a los que le otorgó credibilidad, ordenó hacer lugar parcialmente al habeas corpus para que el adolescente no sea “perseguido, amenazado, hostigado o de cualquier manera se restrinja su libertad personal salvo orden judicial”, y dispuso la comunicación de lo resuelto al jefe de la UR II, a las comisarías 13ª y 18ª y al Ministerio de Seguridad.
Un día antes de esta audiencia, la familia fue nuevamente visitada por la Policía en su domicilio, lo que derivó en una nueva presentación de habeas corpus por parte de la defensoría pública. Esta acción recayó ante la jueza Mónica Lamperti. El miércoles pasado, la magistrada resolvió mantener el criterio de su superior de proteger al chico y su familia.