Eugenio Isnaldo no es titular, ni lo va a ser. Pero por estos días pasó a ser un tema principal en el Parque. Es que el delantero concluye su contrato en junio y ya avisó que no lo va a renovar, y como no hubo posibilidad de transferirlo, la dirigencia está frente al dilema de darle el gusto a Osella y dejarlo que lo utilice o ‘colgarlo’.
La situación se complicó a fin de año y las posibles soluciones no llegaron. Podría decirse que la dirigencia se confió. Hubo una oferta que acercó el representante del futbolista en diciembre y fue rechazada por considerarla insuficiente.
“Los dirigentes de Newell’s rechazaron una oferta de Houston (MLS) por Eugenio de 600 mil dólares”, confirmó Hernández Larguía, uno de los agentes del delantero.
Está claro que la Lepra pretendía otro dinero. Pero esa oferta nunca llegó. Hubo un acercamiento en diciembre con Cristian Bragarnik, quien charló con Eduardo Bermúdez y le consultó entre otros temas por Isnaldo. Pero desde el entorno dfel empresario aseguran que la cifra que le pidió el presidente leproso fue excesiva.
Frente a esta situación, la dirigencia se juntó varias veces con el representante del futbolista y no hubo acuerdo. “No vamos a firmar. Si Newell’s quiere sacar un rédito económico tendrá que venderlo ahora”, sentenció Hernández Larguía tras una de esas charlas con los directivos.
La cuerda se fue estirando y varios directivos pensaron en no subirlo al micro que viajó a hacer la pretemporada a Mar del Plata, pero apareció otro protagonista: Diego Osella.
El entrenador leproso habló con el jugador y le dijo que lo iba a necesitar, y le pidió Bermúdez que lo retenga. La salida de Mauro Matos y la lesión de Mauricio Tevez lo dejó al entrenador sin una alternativa de recambio de Ignacio Scocco, y su idea es probar a Isnaldo como falso nueve, algo que ya hizo en los dos amistosos de pretemporada jugando para los suplentes.
“Eugenio va a ser tenido en cuenta, ya hablé con él. Si se va, voy a tener que pedir un refuerzo para ese sector”, aseguró Osella la semana pasada.
Y la realidad es que plata para traer un refuerzo no hay. Una vez que se concretó la llegada de Jacobo Mansilla y José San Román, la dirigencia bajó la persiana.
“No podemos salir ahora a buscar un delantero. No hay y no tenemos plata para traerlo. Si Osella lo necesita se lo vamos a dejar”, le confió a El Hincha un alto directivo. Aunque hay otros que piensan distinto.
Ahí está el dilema. Algunos dirigentes quieren ‘colgarlo’ y otros, en especial Bermúdez, consideran que debe jugar. Y eso ya trajo algunos chispazos en reuniones de comisión directiva.
“La comisión directiva está en todo su derecho de colgar a Eugenio”, admitió Hernández Larguía, sabiendo que la chance de apartar al jugador del plantel está latente. La pregunta es: ¿lo harán o se priorizará lo deportivo?