La CGT definió ayer la realización de un paro nacional acompañado por una movilización durante la segunda quincena de marzo, a la vez que anunció que no volverá a participar de las mesas de diálogo con el gobierno y empresarios.
Así lo resolvieron los miembros del triunvirato y el resto de los dirigentes de la plana mayor de la central obrera en la primera reunión del año del consejo directivo, en la que finalmente se confirmó el endurecimiento de la postura hacia la Casa Rosada.
Las autoridades de la CGT también anticiparon que el próximo 7 de marzo acompañarán a los gremios industriales en una movilización a la sede del Ministerio de Producción, a pocos metros de la Plaza de Mayo, ante la caída del sector industrial y el ingreso de importaciones que la afectan.
Según explicaron los miembros del triunvirato, Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña, la decisión se tomó al poner en consideración el incumplimiento de los empresarios en el pago del bono de fin de año y por los despidos que se registraron en las primeras semanas de 2017, además de las medidas del gobierno como la nueva suba de tarifas.
“Esto es el inicio del plan de lucha para que respeten los compromisos asumidos. Están las pruebas sobre la mesa, no hay tiempo más para diálogo, hay que cumplir, es la única forma que se puede revertir esta situación”, expresó Acuña en declaraciones a la prensa tras el encuentro.
Por su parte, Daer, informó que el consejo directivo resolvió “no participar más de las mesas de dialogo ante la falta de confianza con el gobierno y mientras dure esta situación crítica con los empresarios; movilizar con los gremios de la industria a la cabeza el 7 de marzo hacia el Ministerio de la Producción y un paro nacional a partir de las 12 y movilización para la segunda quincena de marzo”.
A su turno, Schmid agregó: “No estamos conformes con lo que esta ocurriendo. El diálogo está roto en la medida en que el gobierno no reaccione y tenga otro enfoque económico. No ha habido aciertos en la implementación de las medidas económicas. Se sigue generando incertidumbre, el cuadro tarifario y los aumentos en distintos rubros, peajes, combustibles, prepagas y educación están erosionando el poder adquisitivo de los trabajadores”.
La reunión se extendió por más de tres horas y se realizó en la sede porteña de la Federación Marítima Portuaria y de la Industria Naval, a pocas cuadras del Congreso de la Nación, debido a que un corte de luz afectó a la histórica sede de la CGT de la calle Azopardo.
Además de los integrantes del triunvirato, asistieron Pablo Moyano (Camioneros), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Omar Maturano (Fraternidad), Jorge Sola (Seguros), Omar Plaini (Canillitas), Francisco Gutiérerez (UOM) Julio Piumato (Judiciales) y Rodolfo Daer (Alimentación), entre otros.
El paro nacional de la segunda quincena de marzo será acompañado por una movilización, con lugar aún por determinar, y bajo las consignas “en defensa del trabajo y la producción nacional, de paritarias libres, de los convenios colectivos de trabajo, del sistema previsional y la salud de la seguridad social, de la educación, y en contra de la flexibilización y el aumento indiscriminado de tarifas”, se informó.
Consultado sobre si el gobierno tendrá margen en estos casi dos meses para desactivar la medida de fuerza, un integrante del triunvirato consideró que será “muy difícil”, mientras que un moyanista, ante la misma pregunta, se mostró igual de escéptico: “Van a tener que remar muchísimo para eso”, consideró.
La relación entre la plana mayor de la CGT y el gobierno se deterioró en los últimos meses luego de unas reuniones reservadas en las que se profundizaron las diferencias sobre la situación de los despidos y las medidas que busca implementar el Ejecutivo, entre ellas una reforma laboral.