Javier Alberto García tenía 28 años y hacía seis meses que noviaba con una joven de su misma edad. Llegó a la casa de su pareja en zona sur cuando de una Pick Up descendió un desconocido con el rostro tapado que sin mediar palabra abrió fuego. Javier recibió unos primeros impactos de bala en la puerta del domicilio que lo hirieron en la pierna y la espalda. Alcanzó a correr al interior de la vivienda, donde fue ejecutado de un certero disparo en la cabeza. Los investigadores dijeron que los atacantes dispararon al menos diez veces y no descartan que además de una pistola 9 milímetros hayan utilizado un revólver. El fiscal de la causa adelantó que por la mecánica del crimen se trataría de un “ajuste de cuentas”, pero su móvil era una incógnita para los investigadores.
El homicidio ocurrió frente a una vivienda ubicada en Presidente Quintana al 2100, entre Balcarce y bulevar Oroño, donde tiene jurisdicción la seccional 15ª. A esa hora, Javier llegó a la casa de su novia, quien fue testigo presencial de la ejecución. Según fuentes de la investigación, al menos un hombre bajó de una camioneta de doble cabina con el rostro cubierto y un arma en mano y abrió fuego sin mediar palabra contra García, quien herido alcanzó a ingresar a la casa de su novia. Su asesino lo siguió al interior de la vivienda y lo ejecutó de un tiro en la cabeza.
Los pesquisas dijeron que no podían determinar si disparó una sola persona o dos, ya que en el lugar había más de diez impactos de bala, pero sólo fueron recolectadas cinco vainas calibre 9 milímetros. A raíz de ello, especularon que los tiradores podrían haber sido dos, el segundo con un revólver, que no deja vainas tras ser percutado.
Fuentes policiales informaron que la víctima no tenía antecedentes penales pese a que su muerte fue perpetuada con las características de un ajuste de cuentas, que no descartan esté vinculado a la venta de estupefacientes.
Por su parte, el fiscal de Homicidios Dolosos Adrián Spelta, quien se constituyó en el lugar del crimen, dijo que esperan los análisis del Domo, la cámara de vigilancia ubicada en la esquina del domicilio donde se perpetró el asesinato.
Spelta no descartó que el crimen esté relacionado con otros hechos, aunque no precisó cuáles y dijo que se tomaron declaraciones testimoniales.
Al lugar también arribó el gabinete criminalístico de la Policía de Investigaciones (PDI), que además del relevamiento de cámaras realizó pericias de rastros y fotografías.
La víctima tenía domicilio en Amenábar al 3800, de zona sudoeste, a unas 30 cuadras del domicilio de su novia, donde fue ejecutado.