Otra fábrica del sur santafesino amenaza con bajar la persiana. Se trata de Fabricantes Unidos, conocida como Efe-u, una empresa que hace muebles de cocina en Fuentes, un pueblo de 3.500 habitantes a 60 kilómetros de Rosario. Esta semana las cuentas de la compañía fueron embargadas y los dueños decidieron adelantar las vacaciones a la mayoría de los trabajadores. Los principales clientes de Efe-u son constructoras de edificios pero, con la caída del sector, el aumento de los costos de producción y la apertura de importaciones, la fábrica arrastró un año de pérdidas. La planta emplea a 28 operarios y da trabajo a 20 talleres de la zona. “Para una comunidad como la nuestra, el cierre de esta compañía es un problema social”, dijo Norberto Contrucci, presidente comunal de Fuentes. El ministro de Trabajo provincial Julio Genesini aclaró que aún no hubo despidos y que se evalúa iniciar un procedimiento preventivo de crisis para salvar la compañía. Ayer hubo cuarto intermedio hasta el jueves que viene.
Muebles para fideicomisos
Efe-u está en el centro de Fuentes, una pequeña localidad del departamento San Lorenzo. Fabrica muebles de cocina desde hace más de 40 años pero fue el boom de la construcción de Rosario el que la posicionó como una de las empresas más importantes del sur santafesino. De la planta viven al menos 50 familias entre empleados directos, talleres de tercerización y fletes. Hasta hace poco, abastecía a varios fideicomisos, con un producto de calidad media y alta. “Trabaja con tecnología de punta y con personal calificado con muchos años de antigüedad. Hace uno de los mejores muebles laqueados del país, de esos que aparecen en todas las revistas de diseño”, explicó Adrián Sbodio, subsecretario de Administración y Coordinación del Ministerio de Producción provincial, que justamente nació en Fuentes.
Pero desde hace poco más de un año, la fábrica sólo registra pérdidas. Según Sbodio, la recesión, el aumento en el costo de los insumos y la apertura de importaciones hicieron inviable el negocio.
Miedo al cierre
“Esta semana nos presentamos a trabajar y nos mandaron a casa de vacaciones porque habían embargado las cuentas y no teníamos materias primas”, contó Raúl, uno de los operarios con más 20 años de antigüedad. Es que a la caída de las ventas esta semana se sumó el cierre de las dos cuentas por parte de la Administración Federal de Ingresos Publicos (Afip). Según el empleado de la fábrica, los dueños no pueden pagar a los proveedores por lo que la planta está “casi parada”.
Para los trabajadores el panorama es desalentador. “Quedó trabajando una guardia mínima y la idea de la empresa es que vayamos volviendo de a poco. Pero sin dinero para comprar materiales, es inviable”. Al miedo a la pérdida del empleo se suma que la mayoría de los operarios tiene más de 50 años. “A nuestra edad, vemos muy complicada la posibilidad de volver a conseguir trabajo”, dijo uno de ellos.
El presidente comunal de Fuentes opinó en la misma dirección: “Para una comunidad tan chica como la nuestra, el cierre de esta fábrica es un problema social”. Según Contrucci, la crisis alcanzó a la empresa más grande del pueblo pero también hay otras afectadas. “Por lo menos otras cinco fábricas de la zona redujeron su producción el año pasado por falta de ventas”, explicó.
Audiencia
Genesini aclaró ayer que “todavía no hubo desvinculaciones, pero la empresa plantea que tiene muchas dificultades. Según el ministro, “se barajan algunas propuestas en el marco de un procedimiento preventivo de crisis para ver cómo se puede continuar sin cerrar”.
Ayer hubo una audiencia entre el gremio maderero y representantes de la compañía. Pero no se llegó a ningún puerto y se estableció un cuarto intermedio hasta el próximo jueves. “Tenemos la esperanza de que sobre la base de algún acuerdo se puedan hacer algunas modificaciones para que la empresa continúe y se mantengan los puestos de trabajo”, dijo Genesini.
“Los dueños no quieren cerrar. Es una empresa familiar que lleva décadas dando trabajo en Fuentes. Pero lo cierto es que tienen un problema financiero importante”, concluyó Contrucci.