La acusación es grave: espionaje político en democracia. La líder de las Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, presentó una denuncia ante la Justicia federal por “maniobras de espionaje”, aportó una lista de 131 personas cuyos teléfonos estarían siendo monitoreados y acusó por ello directamente al presidente Mauricio Macri; al titular de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti; al jefe de la AFI, Gustavo Arribas, y al juez a cargo de las escuchas telefónicas, Martín Irurzun.
La denuncia cayó en el juzgado federal Nº5 de Marcelo Martínez de Giorgi, el mismo que tiempo atrás ordenó detener a Hebe por la causa Sueños Compartidos. En la denuncia se señalan acusaciones por utilización de bienes públicos, amenazas y coacción agravada, abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público, contra una larga lista de periodistas, intelectuales, dirigentes políticos, sindicales y judiciales. Entre los nombres apuntados figuran la ex presidenta Cristina Kirchner, el periodista Víctor Hugo Morales o la procuradora Alejandra Gils Carbó, así como también referentes santafesinos: Sonia Alesso, titular de Amsafé y Ctera, el diputado nacional Marcos Cleri y el defensor provincial Gabriel Ganón.
“Un hecho muy grave”
La primera sensación de Sonia Alesso al ver su nombre en una lista de dirigentes presuntamente espiados fue de “preocupación”.
“Este tema no empezó ahora sino que ya el año pasado hubo una intervención de servicios en la sede de Ctera, después hubo amenazas a (el dirigente del gremio de los docentes bonaerenses, Suteba) Roberto Baradel y ahora esto. El reclamo nuestro es que la Justicia investigue si es veraz o no y que haya un esclarecimiento”, sostuvo la dirigente gremial en declaraciones a El Ciudadano.
“Por ley, debe haber un juez que dé una orden para intervenir un teléfono, entonces la Justicia es la primera que debe esclarecer esto para ver por qué mecanismos se están realizando estos hecho, si es que existen”, sostuvo Alesso. “Es un hecho grave el que se está denunciado y para el bien de la democracia es importante que se investigue y esclarezca. Es muy malo que la sociedad naturalice estos hechos, es un mal precedente para la democracia”, finalizó la secretaria general del gremio de los docentes públicos santafesinos.
“Para disciplinar opositores”
En la denuncia presentada por Bonafini se indicó como indicios de las pinchaduras que en las conversaciones telefónicas se escuchaba “sonido de estática, eco e interferencia de fondo”. En ese sentido, tanto Alesso como Gabriel Ganón confirmaron el funcionamiento anómalo de sus celulares.
En diálogo con El Ciudadano, el suspendido defensor general de la provincia expresó: “Muchas veces se sentía como si hubiera una tormenta en el teléfono, también se escuchaba eco”.
A Ganón no lo sorprendieron “demasiado” las acusaciones porque “si uno revisa los antecedentes del presidente, esta ha sido una practica habitual y constante desde cuando era jefe de Gobierno porteño”. Y explicó: “Esto sirve para disciplinar disidentes, opositores. Para eso se hace. Lo que hay que marcar con contundencia es que este tipo de espionaje político se intensifica”.
“El primer paso de algo mayor”
Por su parte, el diputado nacional del Frente para la Victoria Marcos Cleri consideró que “Macri es capaz de cualquier cosa”.
“Hay mucha preocupación por estas prácticas políticas que desde la vuelta de la democracia son novedosas o por lo menos no se supo de algo así. El gobierno nacional encarna una política de saqueo; por ende, como no tienen políticas de inclusión ni representan a las mayorías, deben recurrir a la coerción”, graficó Cleri ante la consulta de El Ciudadano. “Es un primer paso para algo mayor. El ajuste que está mostrando Macri no cierra sin represión, por ello los primeros pasos son hacer inteligencia clandestina e interna para montar luego montar un cuadro de represión”, concluyó el diputado kirchnerista.