Tres escenarios aleatorios y eventualmente cotidianos. Uno: El cine El Cairo anuncia en su cartelera el estreno de un telefilm de ficción sobre los restos arqueológicos de Santa Fe La Vieja. Dos: Canal 5 emite un ciclo de trece capítulos sobre el Paraná, y Canal 13 de Santa Fe hace lo propio con un programa dedicado a reflexionar sobre hechos sociales, políticos y económicos en democracia. Tres: una ficción local sobre la muy particular historia entre dos hermanastros viaja por festivales de todo el mundo –de México a Nicaragua, de Estados Unidos a España– recibiendo premios y honores. Entre estas imágenes existen amplias diferencias pero un mismo lugar de encuentro: las tres creaciones culturales que viajan por las pantallas de la ciudad, el país y el mundo creando cultura pertenecen a trabajo santafesino.
Es cierto –y antes de que algún lector note la ausencia– que el mundo de la producción audiovisual es muchísimo más amplio que la creación de films, documentales y telefilms y, por supuesto, cuenta con problemáticas y objetivos propios.
Con la motivación de impulsar el desarrollo del sector audiovisual y lograr acciones que beneficien a la amplitud de sus actores, en 2014 se conformó la Cámara de Empresas Productoras de la Industria Audiovisual de Rosario (Cepiar).
Hace algunas semanas la Cámara obtuvo un gran logro: En un acto realizado en Plataforma Lavarden, las máximas autoridades ejecutivas de Santa Fe informaron sobre la aprobación de un beneficio impositivo dirigido al sector audiovisual, una industria que “crea cultura” y, por si fuera poco, “cadena de valor”, dijeron el gobernador Miguel Lifschitz y la Ministra de Innovación y Cultura Chiqui González respectivamente. La expectativa del anuncio hizo que, entre los invitados, se contaran decena de cineastas, referentes de productoras, autoridades de canales de televisión y miembros de Cepiar, quienes lograron motorizar el proyecto a nivel provincial.
Se trata de una medida que busca estimular la producción audiovisual provincial al tiempo que promover nuevas producciones porque la creación cultural –en el más amplio de los sentidos–, siempre requiere de un sustento, por lo general un trasfondo económico, que transforme lo espiritual en materialidad.
Colectivizar demandas
¿Qué es ser productor? Para Cepiar un individuo monotributista que hace realizaciones audiovisuales y contrata gente constituye una empresa productora.
La creación de la Cámara les demandó a sus miembros ponerse a analizar urgencias y demandas que derivaron en la presentación a la provincia de ocho puntos para el sector. “El punto uno era la eximición de ingresos brutos como un primer paso para generar políticas audiovisuales sustentables”, destacó Nicolás Font, secretario del Cepiar, en diálogo con El Ciudadano.
“Necesitábamos la colectividad, compartir experiencias y problemáticas”, reflexionó por su parte Federico Actis, vicepresidente de Cepiar. El también cineasta y productor explicó que el beneficio recibido es producto de un trabajo “que tiene que ver con un momento fundacional de la Cámara”.
Para que reconozcan derechos
El constituirse como una Cámara responde a que entre los socios ya tienen empresas formalizadas. Por supuesto que existen más empresas y realizadores por fuera de la Cámara, no obstante según Actis, “cada cosa que vamos haciendo suma productores y realizadores”. Y, entre los derechos ganados enumeró: “Generamos profesionalización, mejores condiciones de trabajo, de estímulo, logramos beneficios para los socios, acuerdos con bancos para poder tener tarjeta de crédito y una cuenta pero además beneficios con seguros; hay una función social que cumple la Cámara. Algún día podríamos tener obra social”.
Font y Actis integran la Comisión directiva que preside Gastón Soso. Ellos son la cara visible de un espacio amplio que tiene unos treinta socios activos. En su corta vida, Cepiar ya dio pasos agigantados cerrando convenios con instituciones como la Cámara Argentina de Industria Cinematográfica, la Cámara de Pymes de Televisión, vinculándose con canales de televisión, siendo parte de la Federación Nacional de Asociaciones del Sector Audiovisual y formando parte del Mercado de Industrias Culturales en la última feria que se realizó en Colombia.
Ley Provincial Audiovisual
En la presentación del beneficio impositivo, la Ministra González tomó la palabra y se refirió a la complejidad de los llamados Sistemas de Industrias Culturales, celebró la medida donde el Estado reconocía al sector, y mencionó el anhelo de muchos realizadores por la creación de una Ley Provincial Audiovisual.
“Venimos trabajando un proyecto de ley que todavía es un borrador”, comentó Nicolás Font sobre el tema. Y destacó que desde la Cámara se tiene “puntos claros, puntos que generan dudas y otros que ni siquiera están abordados. Estamos en ese proceso”.
Sin prisa pero sin pausa el borrador se sigue escribiendo porque, opinó Font, “sabemos que la intencionalidad de la gestión del Ministerio de Innovación trabaja sobre la base de legalizar lo que ya está logrado en esa materia. Nosotros tenemos a ese proyecto como algo inicial, las demandas que el sector tiene superan ese piso y queremos cambiar realmente el ecosistema local”.
“¿Por qué una ley? Básicamente para no depender de la buena voluntad del gobierno de turno”, coinciden Actis y Font. “Se trata de generar un sistema de fomento más fuerte e integral que no sólo sea un estímulo a la producción sino que llegue a la formación del productor, al desarrollo de proyecto, a la investigación de nuevas plataformas, que genere vínculos con otros fomentos y que establezca a la provincia como un territorio audiovisual donde otras provincias la elijan para producir”.
Para los responsables de la Cámara, un punto clave para que la ley se convierta en una realidad es que las cinco regiones de Santa Fe se encuentren mediante organicidad institucional. Para andar ese camino acaban de armar una mesa del sector a nivel provincial. “Ese punto es lo que vemos que tuvo fuerza en las otras provincias para lograr una ley”, dijo Font, para quien la experiencia reciente de Córdoba en lograr la sanción de una ley responde al importante apoyo por parte del Estado: “Ellos tienen un fondo que excede en seis veces el de la industria creativa de Santa Fe”, dijo.
Como un guiño a este cambio cultural, el propio gobernador destacó que más allá de lo económico el beneficio impositivo expresaba “una voluntad de poner a la cultura y a la actividad audiovisual dentro de las prioridades del Estado y de las políticas públicas”. Subrayó que la cultura debía ser “un derecho humano” e indicó que los beneficios anunciados debían quedar plasmados en la futura Constitución de la provincia de Santa Fe”.
“Vemos un criterio compartido a la hora de entender la producción audiovisual de cualquier índole (publicitaría, documental, ficción) –continuó Font–, pensada ya como una construcción de identidad local. Porque la pregunta que nos hacemos ahora es qué le estamos dejando a las próximas generaciones, qué estamos discutiendo y creando en nuestra provincia con miras a nuestro territorio pero también hacia el resto del mundo”.