El gobierno nacional oficializó ayer las rutas nacionales e internacionales que operarán tres aerolíneas con la modalidad “low cost” (bajo costo) dentro de los próximo seis meses y por un lapso de al menos 15 años. Y la polémica se generó en torno a la empresa Alas del Sur Líneas Aéreas SA, que es propiedad de una jubilada, un costurero y un monotributista; y además no puede acreditar la mínima capacidad técnica necesaria para las rutas que recibió. Esta firma tiene a Rosario como escala de una de sus rutas.
Además de Alas del Sur, también fueron habilitadas las firmas American Jet SA y Andes Líneas Aéreas SA, según publicó en el Boletín Oficial el Ministerio de Transporte que conduce Guillermo Dietrich.
Alas del Sur, que tiene como base de operaciones a la ciudad de Córdoba, recibió 20 rutas, mientras que American Jet 12 y Andes 6. En el caso de la polémica Alas del Sur, se le da un beneficio que no tienen las otras dos: la posibilidad de “alterar u omitir escalas”. Es decir, modificar las rutas con las que fueron beneficiadas. Todas tienen una vigencia de 15 años.
Según la resolución del Ministerio de Transporte, Alas del Sur fue autorizada para explotar servicios no regulares internos e internacionales de transporte aéreo de pasajeros, carga y correo utilizando aeronaves de gran porte.
La polémica firma tendrá como destino Rosario, Córdoba, Buenos Aires, Trelew, Puerto Madryn, Bariloche, Neuquén, El Calafate, Ushuaia, Villa Gesell, Mar del Plata, Bahía Blanca, Comodoro Rivadavia y Río Gallegos.
Pero lo más sorprendente son los jugosos destinos internacionales que le adjudicaron: Barcelona, Miami, Los Ángeles, Río de Janeiro, San Pablo y Shangai. Además viajará a Asunción del Paraguay y a Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia.
Todos los vuelos internacionales ya fueron anunciados en la página web de la compañía www.alasdelsurla.com, según la cual comenzarán a operar en abril.
El portal Política Argentina reveló que Alas del Sur le pertenece a un costurero, una jubilada deudora y un monotributista. El presidente de la compañía dijo tener un socio chino que pondrá los fondos, pero nunca aclaró de quién se trata.
Una de los dueños de Alas del Sur es Teresa Di Cesare. Con 72 años, fue calificada como deudora incobrable por el Banco Central en 2016 y supo trabajar en el rubro textil.
Su socio, Damián Luis Toscano, gana 48.000 pesos mensuales por trabajos de “confección de ropa de trabajo, uniformes y guardapolvos”. El tercer accionista, Néstor Adrián Scarlato, está registrado como monotributista con ingresos hasta 25.000 pesos.
La aerolínea fue fundada en 2015, pero por las asignaciones del gobierno de Mauricio Macri, prevé comenzar sus operaciones el mes próximo. La totalidad de las rutas ganadas espera recorrerlas para 2022.
En su página web, la firma dice que cuenta con seis aviones: tres Airbus 320 para destinos nacionales y tres Boeing 777 para internacionales. La proyección para 2022 es llegar a doce Airbus 320 y cinco Boeing 777.
Según la ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil), Alas del Sur no puede acreditar la mínima capacidad técnica necesaria para las rutas que solicitó. Con todo esto, parece una empresa fantasma, si también se tiene en cuenta que actualmente sólo cuatro de los pilotos propuestos cuentan con la licencia TLA (Transporte Línea Aérea), por lo que no posee tripulación de mando suficiente para los cruces oceánicos que pretende.
Una tras otra
No es la primera polémica que enfrenta el gobierno de Mauricio Macri respecto a las low cost.
En un principio estaba previsto que fueran al menos cinco las empresas autorizadas, en el marco del Plan Aerocomercial Nacional, pero el gobierno frenó el ingreso de Avianca y Fly Bondi hasta que se aclare el presunto conflicto de intereses con Macri y el vicejefe de Gabinete Mario Quintana.
Es que la empresa aérea de la familia Macri, Macair, había sido vendida a Avianca el año pasado, lo que generó sospechas de conflicto de intereses.
En tanto, Quintana fue imputado por el fiscal Jorge Di Lello, quien investiga si hubo un privilegio por parte del funcionario con la empresa Fly Bondi, propiedad de su socio Richard Guy Gluzman.
American Jet SA volará a destinos como Neuquén, Comodoro Rivadavia, Río Gallegos, El Calafate, Río Grande, Ushuaia, Islas Malvinas, Malargüe, Mendoza, Tucumán, Salta, Córdoba. Como destinos internacionales tendrá a las ciudades chilenas de Santiago, Temuco y Punta Arenas; y a las bolivianas Santa Cruz de la Sierra y Tarija.
En tanto, Andes irá a Rosario, Buenos Aires, Resistencia, Posadas, Puerto Iguazú, Tucumán, Santiago del Estero, Salta, San Salvador de Jujuy, Córdoba, Mendoza, Neuquén, Bariloche, Puerto Madryn, Comodoro Rivadavia, entre otros. Entre los destinos internacionales, Andes tendrá que operar rutas a Lima, Perú, y San Pablo, Brasil.
Un viejo conocido
En marzo pasado, el ministro de Transporte de la Nación Guillermo Dietrich recibió en el Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery, en Buenos Aires, al primer avión de la nueva línea aérea de capitales españoles Flyest. Lo llamativo es que se trataba de un avión que fue propiedad de la desaparecida empresa rosarina Sol Líneas Aéreas. Es que la empresa española se quedó con los aviones CRJ Bombardier de Sol, cuando la firma local quebró. Flyest llegó al país para cubrir rutas en Buenos Aires, Santa Fe, Mar del Plata y Rosario.