Triunfo y corona. Matías Vidondo (129), neuquino de nacimiento pero rosarino por elección, retuvo el título argentino y de paso conquistó el sudamericano vacante de la división pesados, al derrotar al cordobés Mariano “El Alemán” Strunz (99.600) en la pelea central de la velada realizada el viernes por la noche en el gimnasio el club Sportivo América.
El combate fue intenso, vibrante y áspero. Contradiciendo los pronósticos y el aroma de nocaut instalado, la historia se resolvió en las tarjetas. Strunz puso desde el toque inicial de campana un claro interés y convicción de buscar la pelea. Con un juego bien ofensivo, no esperó ni especuló. Salió decidido a imponer su estrategia.
Vidondo, en los primeros rounds, buscó con insistencia colocar alguna de sus potentes manos para definir el pleito. La defensa de Strunz funcionó bien, fue firme y con simples mecanismos básicos, neutralizó los envíos del campeón y encontró los huecos para trabajar de contragolpe.
Los dos lucieron una buena preparación física. Supieron regular las energías en los momentos claves, sorteando un intenso calor bajo las luces. Aceptaron los cruces y cambiaron golpes cuando fue necesario, sin especulaciones. Strunz, peligrosamente, se refugiaba en las cuerdas, dándole blancos fijos a su rival. Desde ese sector trató de imponer su ofensiva.
La pelea tuvo situaciones cambiantes. Se repartieron el dominio y el control. El perfume de nocaut siempre los acompañó. Los capítulos se sucedieron con pasajes interesantes e iban mostrando un lance parejo con fallo cerrado.
Las dos últimas vueltas fueron intensas. Gravitantes. Los dos hombres lo sabían. El noveno fue para Vidondo, que sacando fuerzas de su temperamento guerrero, buscó sumar una ventaja extra en el cierre. El décimo fue a todo ritmo. Strunz lo ganó, conectando una derecha cruzada que conmovió al Matador. Recibieron la campanada final ante un cerrado aplauso del público.
El soberano veredicto de la gente los premió por no haberse guardado nada. Entregaron hasta la última gota de esfuerzo. Pusieron en cada pasaje lo mejor de cada uno. Para Matías Vidondo, el reconocimiento a su esfuerzo, preparación, férrea voluntad y amor propio para enfrentar un nuevo desafío. Para Mariano Strunz, el premio a su voluntad combativa y la búsqueda hasta el último instante de una victoria.
El fallo fue favorable a Vidondo en forma dividida. Dos jurados lo vieron ganador (97,95 y 97,5 contra 95.5 del cordobés) y el restante empate (97,5 a 97,5).
Este combate ya es historia. Vidondo luce las coronas argentina y sudamericana, un privilegio de pocos en el firmamento del boxeo. Nadie se las regaló. Es mérito a su propia fe y ganas de seguir soñando en grande.
Derrota de los cóndores
Los Cóndores criollos poco pudieron hacer ante el poder de Los Domadores cubanos, únicos bicampeones de la especialidad: fue triunfo 4-1 para los caribeños. Argentina únicamente por intermedio de Leandro Blanc, quien superó por puntos a Jorge Grinan en la categoría hasta 49 kilos.