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José Campusano llegó al Bafici con “Cícero impune”

El quilmeño José Celestino Campusano es un cineasta aplaudido en festivales, y sus obras no dejan de aparecer tanto en Mar del Plata como en el Buenos Aires Festival de Cine Independiente-Bafici, que en esta edición incluye en su Competencia Argentina Cícero impune, su primer largometraje rodado en Brasil y hablado en portugués. Se trata de un cineasta conocido por tratar con crudeza un mundo al borde, suburbano, donde la violencia y hasta el fuera de la ley son habituales. Así lo demostró en obras que ya forman parte de su iconográfica filmografía como Vil romance, Vikingo o Fantasmas de la ruta, y también lo hace ahora con Cícero impune, que tiene como eje a un manosanta de la zona de Río Branco que abusa de mujeres y por eso mismo es blanco de una singular venganza.

 

Pasaje de “Cícero impune”, lo nuevo del quilmeño José Celestino Campusano.

Respecto de cómo nació la idea de hacer un film en Brasil, Campusano expresó: “Desde el Capba-Cluster Audiovisual de la provincia de Buenos Aires venimos proponiendo un proceso de integración audiovisual muy activo con otros países, convocando los recursos y la idiosincrasia local. Ya hemos rodado en México, Estados Unidos, Bolivia y próximamente en Chile y Colombia. Nuestra ONG apunta al mayor desarrollo artístico y técnico posible, en el menor tiempo y con el menor costo”.

Acerca de un hecho real

La película fue rodada en Río Branco, una ciudad de 400 mil habitantes, donde la polución se diluye ante la exuberancia de la naturaleza. Y el film partió de un hecho real que, de alguna manera, sirvió de inspiración al realizador: “Se trata del modo de construcción en lo narrativo que atraviesa toda nuestra producción; hechos verídicos vertidos en lo posible por testigos presenciales. Un testigo privilegiado, hoy antropólogo, nos facilitó los pormenores de esta historia. Narramos un hecho excepcional realmente acontecido, integrando a la propia comunidad que lo propició, bajo una mirada crítica pero no condenatoria y mucho menos indulgente”. Y completó: “Esta coproducción contó con apoyo de organismos y productoras de ambos países. Es fruto de un proceso de dos años, ya tenemos otros proyectos en carpeta. Desde los años 70 que en Río Branco no se rodaba un largometraje de ficción”.

En un momento en el que recrudece la violencia de género, el creador sostuvo la importancia de trabajar con un lenguaje y estética realista. “Si existe algo que no suma en lo más mínimo al cine son los eufemismos y los lugares agotados de denuncia gatopardista. Creo que mientras más ligado a los resortes de la realidad esté el planteo, más herramientas se pueden empezar a considerar a fin de intentar desarticular las variantes de este terrible flagelo”, dijo Campusano, quien prepara un largometraje en zonas rurales de la provincia de Buenos Aires abordando el tema de los curas pedófilos, también un largo grabado en 360 en Brooklyn, Nueva York, y La secta del gatillo, inspirado en el libro de Ricardo Ragendorfer, acerca de la historia sucia de la policía bonaerense.

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