El liberal Emmanuel Macron asumió ayer la presidencia de Francia y se transformó así en el mandatario más joven de la V República, creada en 1958. En el acto de asunción prometió construir “una Francia fuerte” como la que “el mundo y Europa necesitan más que nunca”.
“Yo no cederé a ninguno de los compromisos que le hice a los franceses. El trabajo será liberado, las empresas serán apoyadas, la creación y la innovación serán el corazón de nuestro país. Necesitamos una Europa más eficaz, más democrática, más política porque ella es el instrumento de nuestra potencia y nuestra soberanía”, aseguró el flamante presidente al coronar la ceremonia de asunción que encabezó Laurent Fabius, el actual presidente del Consejo Constitucional y ex canciller.
Como es tradición, Macron llegó ayer a la mañana al Palacio del Elíseo, en el centro de París, donde lo esperaba una larga e impecable alfombra roja que lo llevaba hasta el interior de la sede presidencial, donde se encontraba el mandatario saliente, el socialista Francois Hollande.
El ahora ex presidente y su sucesor se reunieron a puertas cerradas y, cuando terminaron su charla, Macron, en su nuevo rol de anfitrión, acompañó a Hollande de vuelta a la alfombra roja de la entrada para despedirlo.
En el Palacio del Elíseo, el clima era de esperanza y expectativa. Después de recordar que Francia “sólo es un modelo para el mundo cuando es ejemplar” y prometer devolver toda la gloria a la sexta potencia del mundo que desde hace años atraviesa una crisis económica, Macron realizó el tradicional desfile hasta la plaza donde se encuentra el Arco del Triunfo a bordo de un vehículo militar, una imagen que recordó no sólo el apoyo incondicional del joven presidente a las Fuerzas Armadas, sino que el país sigue bajo estado de emergencia desde hace más de un año y medio.
Macron reavivó la llama del memorial del soldado desconocido y luego retomó el desfile a lo largo de la avenida de los Campos Elíseos, donde realizó una última parada para homenajear al policía que fue asesinado en ese mismo lugar el 20 de abril pasado, en la víspera de las elecciones presidenciales.
Durante toda la ceremonia y el desfile, alrededor de 1.500 policías protegieron al flamante presidente.
Unas horas después, Macron se estrenó su traje de mandatario con su primera visita oficial. El joven dirigente eligió un hospital militar en las afueras de París, un lugar que no sorprendió ya que el ex ministro de Economía de Hollande había dicho que su primera visita oficial sería a tropas francesas que pelean en el exterior.
Después de recorrer el hospital de Percy y reunirse con pacientes lejos de las cámaras de la prensa, que quedaron afuera del edificio, Macron volvió al centro de París para una recepción en la sede del gobierno municipal, donde la alcaldesa y promesa del Partido Socialista Anne Hildalgo lo esperaba.
En un mensaje que pareció estar dirigido a los votantes de la líder de la extrema derecha francesa, su rival en el balotaje presidencial Marine Le Pen, el flamante presidente prometió: “La reconciliación de toda Francia será el corazón mi misión”.
Aunque aún no se publicó la agenda presidencial completa para la semana próxima, medios de comunicación locales adelantaron que Macron tiene previsto un viaje el próximo viernes a Mali para apoyar a los militares franceses desplegados en esa antigua colonia para combatir a los grupos yihadistas en el Sahel.
Además, hoy se espera que Macron viaje a Berlín a encontrarse con la canciller alemana Angela Merkel, pero no antes de nombrar a su primer ministro, con vistas a que el gobierno pueda constituirse mañana y celebrar su primer Consejo de Ministros el miércoles.
Diversos nombres han circulado en los últimos días como favoritos, aunque el que más suena es el del diputado y alcalde de Le Havre Edouard Philippe, del partido de derecha Los Republicanos.
Hollande, conforme
A poco de entregar el poder a Macron, el ex presidente francés François Hollande aseguró ayer que deja su país “en mejor estado” del que lo encontró hace cinco años y, entre sus “logros”, destacó la aprobación del “matrimonio homosexual”, el acuerdo firmado en una cumbre mundial París para frenar el cambio climático y los “esfuerzos” que hizo para evitar que Grecia abandone la zona euro.
“Dejo el país en un estado mejor del que encontré”, sentenció Hollande ante la prensa tras abandonar el Palacio del Elíseo y trasladarse a la sede del Partido Socialista francés en París.
El ex presidente pidió a los socialistas que mantengan “el combate” porque “siempre fue la izquierda la que ha hizo avanzar el progreso social y permitido la recuperación económica”.