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Femicidio de Tamara Merlo: sospechan de su novio

Una chica de 18 años fue asesinada y su pareja quedó detenida por las contradicciones en su relato.

Tamara Ayelén Merlo tenía 18 años y un bebé. Llegó al hospital muerta, con un tiro en la panza. La llevó el novio y unas horas después quedó detenido. El chico de 21 años contó que le habían disparado encapuchados desde una moto en la puerta de su casa en Villa Gobernador Gálvez. El relato no convenció a los investigadores y allanaron la vivienda. Sobre la cama matrimonial encontraron un celular destruido y sin chip y algunas partes de un revólver. Más tarde, durante un rastrillaje en el barrio encontraron un arma  que podría ser la que se usó en el aparente femicidio.

La versión que Fernando Darío G. le dio a los investigadores no fue convincente. Dijo que alrededor de las 20 del sábado pasó a buscar a Tamara por un pelotero donde se celebraba un cumpleaños y que volvieron a su casa. El muchacho dijo que en el trayecto notó que lo “seguían encapuchados” que luego perdió de vista. Luego entró a guardar la moto en su casa de Alvear al 3200, escuchó un disparo y al salir encontró a su mujer con una herida en el abdomen. Su primera reacción fue llamar al padre para pedirle ayuda.

Uno de los vecinos que habló con la Policía contradijo su versión: dijo que los disparos fueron dos y que recién lo escuchó pedir ayuda quince minutos más tarde.

El padre los pasó a buscar en un viejo Citroen 3CV y los llevó al hospital. Ya era tarde: a las 21.45 Tamara llegó a la guardia del Gamen sin vida.

Más tarde, el auto fue secuestrado y las primeras pericias dieron un resultado llamativo: “sólo había una gota de sangre”, dijo uno de los investigadores a El Ciudadano.

La Policía interrogó a Fernando y mientras más preguntas le hacían más dudoso se volvía su relato. “¿Por qué no llamó al 911 o al Sies?”, se preguntó en voz alta un investigador. “¿Si lo venían siguiendo encapuchados? ¿Por qué entró a su casa, que está frente a un descampado, y dejó a su mujer afuera, sola?”.

El pibe dijo que tenía bronca con gente del barrio Montelari y que podrían haber sido ellos, “pero no sabía los nombres, los domicilios ni por qué era la bronca”, dijo uno de los policías.

Con esas dudas, el fiscal de Homicidios Dolosos Florentino Malaponte ordenó detenerlo y allanar la casa en la que vivían desde hacía un mes. Allí encontraron el celular destruído y las piezas de un arma calibre 22, el mismo de la herida que Tamara tenía en el abdomen.

El crimen es investigado por Malaponte, la Policía de Investigaciones y la seccional 29ª de Villa Gobernador Gálvez.

Un vocero del caso dijo que no descartan que a Tamara la hayan matado adentro de la casa y que luego alguien adulteró la escena para cubrirlo. La misma fuente dijo que tenían un hijo de un año y que hacía dos años que estaban en pareja. El bebé quedó al cuidado de la abuela paterna.

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