Daniel Alberto Vallejos tenía 23 años. Murió anteayer por la tarde, horas después de recibir media docena de balazos en las piernas, el abdomen y la espalda. El hombre que lo mató, un empleado estatal de 29 años, se presentó ante la Policía ese mismo día con una pistola Glock 9 milímetros registrada a su nombre, y un revólver 22 que dijo haberle sacado al joven que acribilló. Quedó detenido luego de relatar que se defendió de un robo cuando salía de la panadería de su barrio de Avellaneda Oeste, declaración que en nada coincide con la de un muchacho que acompañaba a la víctima y que lo acusó de acercarse en moto y abrir fuego contra su amigo, sin mediar palabra. Ezequiel Nicolás M. será imputado hoy a las 11 por el fiscal de Homicidios Pablo Pinto.
A Vallejos lo balearon alrededor de las dos de la tarde del martes en Valparaíso y Rueda, a pocos metros de su casa. Su familia lo llevó como pudo hasta el hospital Carrasco pero de inmediato fue trasladado en ambulancia al Heca por la gravedad de las heridas. Voceros del caso dijeron que tenía disparos en el torso, el abdomen y la rodilla –todos del lado derecho–, y más tiros en la espalda, el glúteo y el dorsal izquierdo.
Los investigadores tomaron los primeros testimonios en el hospital de Emergencias Clemente Álvarez, mientras sus familiares esperaban noticias sobre su salud, que fueron las peores. A las 19 falleció.
Un vocero de la pesquisa confió que entrevistaron a un muchacho de 23 años que dijo que estaba junto con Vallejos cuando le dispararon. Según esa versión, Ezequiel M. los alcanzó en su moto y efectuó los disparos sin mediar palabra, para luego retirarse.
Esa misma tarde, Ezequiel se presentó en la Jefatura de Policía y dijo otra cosa. Según fuentes del caso, el hombre relató que dos muchachos le quisieron robar cuando salía de la panadería y le arrebataron la billetera y el celular. Y que cuando se iban con sus pertenencias uno de ellos “intentó efectuarle detonaciones”, por lo que se defendió: desenfundó una pistola 9 milímetros que tenía en su poder y le disparó. Otra fuente agregó que Ezequiel M., de 29 años y empleado de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), es el tenedor legítimo de la pistola 9 milímetros marca Glock con la que se efectuaron los disparos letales, pero que al parecer no cuenta con permiso de portación. La misma fuente dijo que tanto el hombre que disparó como el joven asesinado eran vecinos, ya vivían en un radio de 300 metros.
La audiencia imputativa tendrá lugar a las 11 de hoy en los Tribunales provinciales. Ezequiel tendrá defensa privada y será acusado por el fiscal de la Unidad de Homicidios Pablo Pinto, quien no había adelantado cuál iba a ser la imputación.