El Centro de Ex Combatientes de Malvinas incrementó en un 40 por ciento las raciones de comida caliente que entrega cada noche en las calles de Rosario. Ahora dan 300. Es el máximo que permite la capacidad de sus cocinas ambulantes. Pero la demanda de asistencia es mayor. Son en su mayoría madres, padres o parejas con sus hijos quienes se acercan obligados por el frío y la pérdida de ingresos familiares. También, y cada vez más, jóvenes en situación de calle.
“En la actualidad, 300 personas reciben un plato de comida caliente. Es nuestra capacidad máxima. Sabemos que hay gente que queda afuera”, explicó Omar de Benedetto, secretario del Centro de Ex Combatientes y coordinador de las tareas de calle.
Son en general grupos familiares los que se acercan. Tienen una vivienda pero sus recursos menguaron al compás de los cambios económicos. En menor medida, acuden a las cocinas personas solas en situación de calle. En este último grupo, hay cada vez más jóvenes. Toda la comida es provista por la Secretaría de Desarrollo Social de Rosario. “La Municipalidad nos provee todo para que cada persona tenga ese plato caliente. Esto hace que los impuestos que se pagan vuelva a la gente”, agradeció De Benedetto.
El ex combatiente puso en contexto la tarea solidaria que realizan: las porciones de comidas llegaban a 220 personas el invierno pasado, y este año notaron un fuerte incremento. “Esto es un tema social y es muy preocupante, porque hay mucha gente joven en la calle”, sostuvo. Y agregó: “También entregamos las raciones a muchas familias con dos o tres hijos”.
El refugio
De Benedetto recordó que, además de las tareas en las calles, el Centro de Ex Combatientes de Malvinas recibe cada noche a más de 40 personas en su refugio ubicado en Grandoli al 3400. Allí, durante el invierno, personas de entre 18 y 60 años son atendidas con un plato de comida. Allí también pueden pasar la noche, y a la mañana se le ofrece el desayuno.