Autos eléctricos y estaciones de carga buscan abrirse camino en el mercado local, lo que provocará fuertes impactos en las industrias y el consumo, por lo que surge la incógnita de si la Argentina está preparada.
Los vehículos eléctricos están en la mira de la industria automotriz Argentina y varias marcas ya han sido homologadas y autorizadas a vender en el país.
Como toda gran revolución tecnológica, está la pregunta de qué impactos tendrán estas transformaciones en la cadena productiva – desde las terminales hasta las industrias energéticas y de insumos- y también cuál es grado de avance de Argentina en la materia.
La tendencia ya se podrá observar, de manera incipiente, en exposiciones tecnológicas como BIEL Light + Building Buenos Aires, la Bienal Internacional de la Industria Eléctrica, Electrónica y Luminotécnica que se celebrará en septiembre en La Rural.
Allí, por ejemplo, empresas como SCAME presentarán estaciones de carga para vehículos eléctricos, una de las infraestructuras principales que requieren estos autos para volverse de uso masivo.
Según un estudio realizado por la Asociación Argentina de Vehículos Eléctricos y Alternativos (AAVEA), un auto tradicional recorre alrededor de 55 kilómetros por día en la ciudad, con una carga de nafta con un costo alto, mientras que uno eléctrico permite recorrer hasta tres veces esta distancia con sólo una carga de batería.
Para esto no es necesario hacer cambios en la red eléctrica de los hogares, ya que la mayoría posee un conector estándar.
En tanto, para los casos en que se quiera hacer un viaje largo es indispensable la creación de estaciones de recarga de las baterías a lo largo del país.
En ellas, una carga rápida puede alcanzar hasta el 80 por ciento de la batería en 30 o 40 minutos y es mayor al tiempo de carga de los tanques de combustible.
Sin embargo, si se instalan cargadores rápidos en estaciones de servicio, supermercados, shoppings y estacionamientos, el conductor puede hacerlo mientras realiza otras actividades.
La empresa SCAME señaló que «es necesaria una infraestructura de recarga, cuyo costo no es significativo respecto del precio del vehículo y deberá tener un tratamiento similar al de los vehículos, tanto desde la oferta como desde la demanda».
Un ejemplo de este tipo de iniciativas es el acuerdo que firmaron recientemente YPF, el Gobierno Nacional y la empresa ABB para instalar puntos de carga rápida en las estaciones de servicio de la petrolera estatal.
En ABB explicaron que el plan «será el puntapié para que las automotrices puedan activar sus proyectos de vehículos eléctricos».
Además, se espera que próximamente en la ciudad de Buenos Aires se instale la primera estación de servicio de Argentina exclusiva para autos eléctricos.
Estas medidas están acompañadas por el Decreto 331/2017 del Poder Ejecutivo Nacional y la Resolución E536/2017 de la Secretaría de Industria y servicios que establecen una fuerte reducción de los aranceles de importación para autos eléctricos, híbridos y de hidrógeno. (Fuente NA).