Referentes del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) resaltaron que, con los primeros resultados de las elecciones, «por primera vez» superaban el piso que imponen las primarias «en las 22 provincias del país» en las que se presentaron. En Santa Fe, el precandidato a diputado nacional por la lista Roja Octavio Crivario obtenía el 1,74 por ciento de los votos a medianoche, cifra que supera el piso de 1,5 por ciento de rigor de cara a octubre.
«El Frente de Izquierda está pasando las PASO en las 22 provincias del país por primera vez. La proyección de votos es que pasaríamos de 715 mil votos obtenidos en las primarias del 2015 a 950 mil votos, casi un millón de votos, en estas PASO del 2017», destacó Néstor Pitrola. El candidato del espacio a senador nacional en la provincia de Buenos Aires celebró «la buena elección» que consiguieron en el interior, a excepción de Entre Ríos y Corrientes, donde no compitieron: «12 por ciento en Jujuy; 7% en Santa Cruz y Mendoza; Salta 8 por ciento; Neuquén 6,2 y 5,7 en Chaco». «Estas cifras en el caso de la Capital están alcanzando al 5% y algo así como el 4% en la categoría de legislador, que nos deja disputando como cuarta fuerza», agregó.
En cuanto al distrito bonaerense, Pitrola consideró que es una situación «anormal» ya que aún no se escrutó más del 15% de las mesas, por lo que tomó en cuenta los datos aportados por los fiscales del partido, que rondaría el 4 por ciento y que, subrayó, los «deja en excelentes condiciones para la disputa de dos diputados». «Se aprecia en el orden nacional una buena elección del gobierno y una crisis en el peronismo que nos marca que la oposición a quedado relegada a las leyes del ajuste», analizó.
En tanto, Nicolás Del Caño, candidato a la Cámara baja también por la provincia de Buenos Aires, opinó que los resultados «muestran también una consolidación de una fuerza anticapitalista, militante y que va contra el ajuste de Macri».
«La votación al Frente de Izquierda marca además que los sectores que más sufren el ajuste fueron los que más nos han apoyado», manifestó en el búnker que instalaron en el Hotel Castelar, en el barrio porteño de Monserrat.