Luego de que ONGs dedicadas a la defensa de los derechos animales denunciaran que un pony era exhibido en la vidriera de una mueblería del barrio porteño de Palermo intervino la Justicia y el animal fue devuelto a un campo del distrito bonaerense de Pilar.
El comercio en el que se originó la polémica es una mueblería llamada «Fradusco Soho», situada en Serrano y Niceto Vega, donde los propietarios, en una acción enmarcada en la proximidad del Día del Niño, dispusieron un escenario en el que el animal pasaba varias horas.
Tras las denuncias, la Fiscalía de la Ciudad secuestró al pony que estaba siendo exhibido en la vidriera del local del barrio de Palermo, este lunes por la noche.
El fiscal Matías Michienzi imputó al dueño del comercio y al propietario del caballo por maltrato animal.
El pony, al que llaman «Tuco», fue trasladado a otro lugar para resguardo acorde a las necesidades de su especie y además para verificar sus condiciones de salud.
El caso es llevado adelante por la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (Ufema) a cargo del fiscal Michienzi.
El fiscal inmediatamente ordenó a la Policía de la Ciudad que iniciara actuaciones al dueño del comercio y al propietario del caballo por infracción al artículo 2 inciso «1» , y el artículo 3 inciso «7» de la Ley 14.346.
Según informó el Ministerio Público Fiscal porteño, el animal era exhibido en la vidriera del local y era víctima de actos de maltrato y/o de crueldad debido a que no se observaba que se lo alimentara o suministrase agua, y permanecía bajo los rayos del sol en un lugar inapropiado para la permanencia de un animal de esa especie.
El fiscal dispuso la intervención de los organismos de control para que verifiquen las condiciones de funcionamiento del comercio, como así también de la documentación del animal, su origen y controles veterinarios, ordenándose una batería de medidas probatorias del caso.
Por su parte, Sacha Fradusco, uno de los dueños de la mueblería, minimizó el hecho y dijo: «Yo estoy habituado a las cosas de campo, lamentablemente los chicos que se acercaban no van a poder tener esta posibilidad».
El comerciante aseguró que querían «darle una alegría a los chicos, pero la gente no entendió», en un establecimiento rodeado de varias escuelas y jardines de infante.
Fradusco señaló que se convocó a un veterinario para determinar si el lugar era apto para al animal.
«Nosotros lo teníamos un par de horas nada más y después volvía al campo», explicó, mientras sostuvo que se montaron dos escenarios, uno con sol y el otro a la sombra, y fue «Tuco» quien eligió donde quedarse.
«Tuco» pertenece a la familia Falabella, que cría en la Argentina a uno de los equinos más pequeños del mundo, con la raza que lleva como nombre el apellido familiar.
Evaristo Falabella, dueño del animal y sobrino-nieto del creador de la raza, sostuvo: «La gente denunció sin saber. Decían que no tenía agua y que lo teníamos frente al sol. Pero en el momento que sacaron esa foto, el caballo se encontraba con un corralito en la vidriera para que reconociera su terreno durante sólo media hora. Después se podía mover por el local a su antojo y comer y beber las veces que quería».
«Los dueños del local son amigos míos. Ellos no necesitan poner un pony en el comercio para aumentar sus ventas. La idea era que los niños pudieran venir a acariciar y tocar a Tuco durante un rato todas las tardes. Este animal es muy sociable y no sufre ese tipo de contacto diario», añadió el criador en diálogo con el canal América.