Karina y Juan Pablo son atletas roldanenses. Una vez al mes viajan con 20 chicos y los papás a correr a otras localidades. El sábado último fueron a la capital santafesina para la cuarta fecha del torneo en el que compite el hijo menor de la pareja, de 11 años. Cuando regresaban a Roldán, por la autopista Rosario-Santa Fe, frenaron en dos controles de seguridad vial. Presentaron la documentación y Juan Pablo, que iba al volante, hizo el test de alcoholemia que dio negativo. Antes se rió. Según contó su esposa, Juan Pablo es abstemio y era la primera vez que se sometía a un control. Pero al uniformado no le causó la misma gracia. Los siguió por unos tres kilómetros y los volvió a frenar. Le pidió la documentación nuevamente y ante la negativa de Juan Pablo por la sospechosa situación comenzaron a forcejar. Karina los filmó y también forcejeó con uno de los agentes hasta que un móvil de la comisaría 5ª de Puerto General San Martín llegó y los custodió a la seccional. La pareja quiso denunciar a los agentes, pero no pudo. Ellos sí abrieron una causa por resistencia a la autoridad. Ahora interviene la fiscal Karina Bartocci, de la Unidad de Violencia y Corrupción Institucional.
“Es abuso de autoridad”, gritó Karina desde la banquina, mientras registraba con su celular el forcejeo que su esposo mantenía con uno de los agentes de la Policía de Seguridad Vial. La pareja viajaba de regreso a Roldán por la autopista Brigadier López, acompañada por su hijo, una nena y otras dos mujeres. Habían pasado un primer control de rutina donde presentaron la documentación del auto, y un segundo donde se sumó el test de alcoholemia.
“Nos dio risa verle la cara a mi esposo. Era la primera vez que hacía el test y nunca consumió alcohol en su vida”, contó Karina a El Ciudadano. Pero la risa no contagió al uniformado que se acercó a preguntarles el porqué. “Porque somos felices”, respondió Juan Pablo, bromeando, y siguieron viaje.
Unos tres kilómetros después la camioneta negra de vidrios polarizados volvió a frenar. Un móvil de la Agencia de Seguridad Vial los seguía y con señas confusas les pidió que se detuvieran, relató Karina. Pasaron unos minutos hasta que los dos agentes se arrimaron a cada uno de los laterales del auto y les pidieron de nuevo los documentos. Uno de los uniformados solicitó bajar la ventanilla del conductor, que estaba rota. Se molestó y abrió la puerta desde afuera. Forcejeando, buscó bajar a Juan Pablo y lo acusó de negarse a ser identificado. Juan Pablo le mostró la documentación, pero se negó a entregársela. La situación le resultaba sospechosa. “O se baja o lo voy a bajar a la fuerza”, contó Karina que dijo el uniformado.
Karina se bajó del auto para registrar el forcejeo con su celular. “Es abuso de autoridad”, gritó desde la banquina, al lado de la camioneta. La mujer contó que el oficial se acercó y le ordenó que saliera. La tomó de los brazos y la empujó dos veces. Forcejearon. Karina perdió la estabilidad y cayó. El oficial la arrastró hacia cerca del descampado y se le tiró encima.
Cuando Juan Pablo logró zafarse de su propio forcejeo fue en ayuda de la esposa. El uniformado la soltó. En ese momento, llegaron otros papás que también habían viajado al torneo y un móvil de la seccional 5ª de Puerto General San Martín, que escoltó a la familia hasta la comisaría. Allí les tomaron declaración, les ofrecieron asistencia médica, pero no les tomaron la denuncia. Por el contrario, le abrieron una causa a Juan Pablo por resistencia a la autoridad.
“La documentación se exhibió en todo momento. Mi esposo nunca se negó. Estaba todo en regla”, explicó Karina. La familia denunció lo ocurrido en el Centro Territorial de Denuncias y ahora el caso está en manos de la fiscal Bartocci, la unidad especializada en violencia institucional.
Versión oficial
Según voceros de Fiscalía, en la comisaría 5ª de Puerto San Martín –de la regional San Lorenzo– los agentes de seguridad vial denunciaron a la pareja que viajaba en la camioneta negra. Dijeron que el conductor se fugó y se negó a entregar la documentación insultando a los agentes. En la denuncia consta que el uniformado se acercó a la mujer para “preservar su integridad física” y la corrió de la banquina. Dijo que resbalaron por el barro y cayeron al piso. También denunció que la mujer lo golpeó sin llegar a lesionarlo y que dieron aviso a la comisaría de Granadero Baigorria –de la regional Rosario– por ser la más cercana.
Este es el video que filmó la mujer, que fue subido al portal El Roldanense.