Casi tres años después que Franco Casco apareciera flotando en el Paraná, no descansa en paz. La familia no sabe si el cuerpo que enterró es el mismo que encontró en el río, después de estar más de 20 días desaparecido. Dos exámenes de ADN que se hicieron entre el cuerpo exhumado y los familiares dieron negativo. Por eso la querella de su padre, Ramón Casco, pedirá nuevos estudios y responsabilizó al Instituto Médico Legal. Solicitará además que indaguen por encubrimiento agravado al forense, Raúl Rodríguez, a dos odontólogos y a la médica policial. El pedido de indagatoria se extiende a 31 policías entre personal de la comisaría 7ª y de Asuntos Internos, para quienes también se pide la privación de libertad. La Fiscalía, en tanto, pidió la indagatoria para 21 integrantes de la Policía de Santa Fe, sin pedido de prisión. El juez tendrá tres días para resolver.
En la puerta de los Tribunales federales el padre de Franco Casco junto con la mamá de Jonatan Herrera, los hermanos de David Campos y Emanuel Medina, y distintas organizaciones leyeron ayer un documento y reiteraron el pedido de justicia.
Indagatoria
“Estoy un poco más contento por la presentación de la indagatoria, más allá del terrible crimen. Espero que se haga justicia y que esto no le vuelva a pasar más a ningún chico porque la pérdida de un hijo es terrible”, dijo a El Ciudadano Ramón Casco, el padre de Franco.
La querella presentó ante el Juzgado Federal N° 3 el pedido de indagatoria para 31 policías a quienes considera responsables de la desaparición forzada de Franco. Se trata de 26 agentes policiales de la comisaría 7º, que estuvieron de guardia los dos días que Franco estuvo detenido, y tres agentes jerárquicos de la división de Asuntos Internos a quienes se acusará por privación ilegítima de la libertad. Para ellos, la querella pedirá la prisión preventiva porque consideró que hay peligro de entorpecimiento judicial y de fuga.
El pedido de indagatoria cayó también sobre otros dos oficiales de Asuntos Internos, pero esta vez por encubrimiento agravado. Se los cuestiona por presionar y amenazar a los cerca de 40 internos que vieron a Franco y dieron testimonio de lo que ocurrió esa noche.
Tanto la querella como la Fiscalía coincidieron en lo que pasó en octubre de 2014. Dijeron que a Franco se lo detuvo el lunes 6 a la noche, cuando lo golpearon hasta matarlo para luego desaparecerlo en el río. Más de 20 días después el cuerpo se encontró en el Paraná con sogas de amarre que sacaron antes de presentarlo. La querella evaluará, en una segunda etapa, la responsabilidad de los agentes de Prefectura.
“Entendemos que el Ministerio de Seguridad de la provincia debería cambiar su actitud y cautelar a las personas que ellos saben que participaron de la desaparición forzada. Esperamos que el doctor Carlos Vera Barros pueda avanzar en el sentido de las tres querellas, y que indague y detenga a estas personas”, dijo el abogado de Casco, Salvador Vera, quien se mostró conforme con el trabajo de la Fiscalía Federal Nº1.
El cuerpo
A casi tres años de la muerte, la familia no sabe si el cuerpo enterrado en el cementerio de la localidad bonaerense de Florencio Varela pertenece a Franco. Dos exámenes de ADN dijeron lo contrario.
El primer resultado negativo llegó a principios de enero de este año. Lo hizo el Instituto Médico Legal con muestras de sangre de los padres de Franco y del cuerpo exhumado. Para el segundo estudio se usó una muestra del hijo de Franco. También dio negativo. La querella no sabe si el cuerpo enterrado no es el de Franco o si se alteró el protocolo de preservación de las muestras. Pedirá nuevos análisis al Equipo Argentino de Antropología Forense, pero esta vez con las muestras extraídas del cuerpo rescatado al que la familia identificó.
Peritaje
La querella cuestionó el accionar del Instituto Médico Legal y atribuyó fallas en la pericia forense. Según explicó Vera la autopsia arrojó que al cuerpo de Franco le faltaban tres dientes. Desde el Instituto Médico Legal dijeron que los perdió después de muerto y que ellos no contaban con peritos odontológicos. Un nuevo peritaje de la sede federal aportó otra versión: los dientes los perdió en vida y en forma traumática.
En julio la querella consiguió un allanamiento en la sede local del Instituto Médico Legal. No encontraron ninguna pericia odontológica. Una semana después, el forense mostró un informe que decía que a Franco le faltaban sólo dos dientes. La querella lo consideró falso y acusará al forense (ex médico policial) Raúl Rodríguez, a dos odontólogos del Instituto Médico Legal y a la legista de la Policía de encubrimiento agravado. Para ellos también pidió la indagatoria.
La Fiscalía
El fiscal Marcelo Degiovanni, interinamente a cargo de la Fiscalía Federal N°1 de Rosario, solicitó ante el Juzgado Federal N° 3 que se reciba declaración indagatoria a 21 integrantes de la Policía de la provincia de Santa Fe.
Según explicó, los testimonios recolectados durante la instrucción así como los demás elementos de prueba certifican que Casco estuvo detenido en la comisaría 7ª durante la madrugada del 6 de octubre de 2014. Los internos escucharon los gritos y golpes, con lo cual la versión policial no es creíble.
Del análisis de los resultados de la autopsia el fiscal estableció que la víctima, tras su desaparición, recibió al menos un fuerte golpe en vida que le provocó el desprendimiento de tres dientes. No hubo evidencias que ingresara agua al torrente sanguíneo en vías aéreas y pulmones, lo que implica que Casco no sufrió asfixia por sumersión, sino que cayó sin vida al río Paraná.
Desaparición forzada
Franco Casco, de 20 años, desapareció la noche del 6 de octubre de 2014. Debía tomar un tren para volver a su casa de la localidad bonaerense de Florencio Varela, luego de pasar unos días en Rosario, pero nunca llegó. Sus familiares lo buscaron durante días y, tras una semana de incertidumbre, se enteraron que había pasado algunas horas detenido en la comisaría 7ª, último lugar donde lo vieron con vida.
Los uniformados aseguraron que a Franco le dieron la libertad, pero la familia Casco hizo la denuncia ante el fiscal provincial Guillermo Apanowicz. El 30 de octubre, cuando el reclamo de la familia había movilizado a organizaciones sociales, el cuerpo de Franco apareció flotando en el río Paraná, a la altura del Parque España.
Meses más tarde, el caso pasó al fuero federal y comenzó a investigarse como desaparición forzada de persona, expediente en el que la familia de Franco se constituyó como querellante, a través tres abogados: uno por la madre, otro por el padre y el restante por Thiago, hijo de 3 años de Casco.
https://youtu.be/gOJGH6QLC38