Hay voces que identifican a un pueblo con su cultura. Una de esas voces es la de la artista venezolana Cecilia Todd. Con el cuatro, un modesto instrumento que la acompañó por más de 40 años de trayectoria, la trovadora venezolana trazó una pintura fiel del folclore de Venezuela en su amplio registro de estilos y sonoridades.
El XIV Encuentro Nacional de Músicos ofrecerá este viernes una velada de vuelo internacional con la presentación de la destacada Todd, quien brindará un concierto en Plataforma Lavardén (Sarmiento y Mendoza), desde las 21. Por el escenario también pasarán Marcelo Torres Trío, Mora Martínez junto a Lilian Saba, y el dúo La Perilla.
El de Todd será un recital libre de esquemas fijos. Sin ir más lejos, desde que la artista conoció la Argentina, en 1972, su relación con el país perdura por los afectos y también por la profesión. Fue aquí que lanzó su primer disco, en 1973, que contiene la popular canción “Pajarillo verde”, seña de identidad de la trovadora. Desde entonces, se cimentó una relación de afecto y admiración entre la artista y el público local.
Con fuentes españolas y africanas, la música folclórica y popular de Venezuela responde a una temática plural: hay canciones descriptivas, amorosas, de la vida cotidiana, picarescas e inquisidoras.
Sobre un amplio espectro musical que se evidencia en las multiplicidades de ritmos por los que bucea su cancionero, Todd se propone un objetivo artístico muy claro: dar a conocer la música tradicional y popular de Venezuela dentro y fuera de su país.
“La música es una de las áreas más importantes, porque es la forma más directa de llegarle a la gente, de hacer conocer una cultura, un país, una tradición”, dijo Todd a El Ciudadano en una visita anterior.
Su voz está atemperada por un horizonte de joropos, valses, polos, golpes larenses, merengues, parrandas y tonadas, que desde el nombre del anónimo pueden en el tiempo llamarse también Otilio Galíndez, Simón Díaz, o más acá, Henry Martínez.
En la celebración cándida de los ritmos, por sobre la entonación cálida y precisa, se escucha una respiración emotiva que se recuesta sobre las palabras con el peso justo de cada sentimiento. Cecilia Todd distribuye las bellezas que escucha de su tierra, y las hace propias para que sean de todos.