Central Córdoba arrancó sumando un punto que le sirve y mucho al equipo en la parte anímica, ya que fue el que más buscó de los dos y recién en la última pelota pudo encontrar su merecido premio.
En el inicio del partido, el Charrúa fue a buscarlo más decidido que Argentino de Quilmes. A los 9 minutos llegaron las primeras aproximaciones: primero con un cabezazo apenas desviado de Alfredo Resler y después con un mano a mano de Brian Duarte que tapó muy bien Matías Giroldi, salvando al Matador.
El elenco rosarino lo siguió buscando y tuvo dos claras promediando la etapa inicial, pero apareció la figura de Adrián Leguizamón para salvar al local, primero ante Lucas Lazo y luego enviando al córner un remate desde afuera del área de Renzo Funes.
En el complemento, el Mate salió a jugar más adelante y comenzó a tener situaciones de riesgo. A los 3 minutos, Jonathan Tridente se escapó por izquierda y definió mal ante la salida del portero Giroldi. A los 10, Walter Hermoso reventó el travesaño con un derechazo y cuando parecía que todo se encaminaba al 0-0, a los 34 apareció Mariano Martínez en dos tiempos empujando la pelota al gol tras centro del ingresado Gustavo Oberman y las dudas de la última línea visitante.
La esperanza parecía acabarse para los dirigidos por Ariel Cuffaro Russo, hasta que en el último minuto de los cinco que dio el juez, un centro preciso del Chelito Delgado, que debutaba con la casaca charrúa, la peinó Lucas Bracco y por el segundo palo surgió el goleador Cristian Yassogna, quien con una volea la mandó al fondo de la red y decretó el empate definitivo.
Fue un 1-1 justo, porque Central Córdoba dominó en la etapa inicial, llegando con situaciones claras, y en el complemento Argentino tuvo sus chances. Es un punto que cotiza en el debut y que vale mucho para lo anímico para un equipo obligado a sumar para no pasar sobresaltos con el promedio.