La Cámara Federal de Casación Penal confirmó hoy una condena a 9 años de prisión que recibió Mario Segovia, conocido como «El Rey de la Efedrina», en el marco de una causa por el contrabando de casi 300 kilos de efedrina y pseudoefedrina ocultos en cargamentos de azúcar.
La Sala I del máximo tribunal penal confirmó también las condenas a Rubén Galvarini (7 años de prisión), Jorge Gómez (6 años), Maximiliano Iñurrutegui (3 años de prisión), Ángela Colángelo (2 años y 8 meses) y las penas impuestas a las firmas South American Dock, Sadocks S.A. y Euromac S.R.L.
La sala integrada por los jueces Ana María Figueroa, Liliana Catucci y Alejandro Slokar rechazó los recursos de casación interpuestos por las defensas de los imputados y así avaló las condenas dictadas por el el Tribunal Oral en lo Penal Económico 2 el 29 de marzo de 2012.
En la causa se juzgó la exportación 294 kilos de efedrina y pseudoefedrina y el intento de exportación de otros 523 kilos, como así también las importaciones de sustancias como ricinina y aconitina en escasas cantidades.
Segovia, un ex comerciante y ex piloto de avión, había sido acusado de ser, bajo el alias de Héctor Benítez, el proveedor del precursor químico a ser contrabandeado, hecho que fue dado por probado en tanto por el juez de primera instancia, Marcelo Aguinsky, como por un tribunal oral.
La causa se inició en 2007 tras el envío de 294 kilos de efedrina ocultos en un cargamento de 12 toneladas de azúcar marca M&K por parte de Iñurrutegui, cuyo exportador fue la firma Euromac SRL, representada por Colángelo.
El cargamento de efedrina camuflada en azúcar fue encontrado luego en la una sede de la firma Mercadeo y Logística Comercial Pegasso SA, de Naucalpan, México.
La justicia encontró más tarde otro cargamento de paquetes de azúcar de la misma marca en el depósito de South American Docks SA, en el barrio porteño de Barracas, listo para ser exportado a México.
De acuerdo a la investigación judicial, Segovia habría proveído las sustancias las sustancias a Gómez y a los Galvarini, quienes se ocuparon de camuflarla y acopiarla en un depósito fiscal.