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La industria no despega: 60 mil puestos laborales y 1.300 empresas menos que en diciembre de 2015

En julio pasado se contaron en todo el país casi 60 mil puestos laborales menos en el sector de manufacturas respecto del momento de cambio de gobierno. Y la cantidad de empleadores disminuyó de 56.268 a 54.881 (1.387 empresas menos) en marzo, también respecto a diciembre de 2015.

La industria y sus trabajadores no despegan: en julio pasado se contaron en todo el país casi 60 mil puestos laborales menos en el sector de manufacturas respecto del momento de cambio de gobierno. Y la cantidad de empleadores disminuyó de 56.268 a 54.881 (1.387 empresas menos) en marzo, también respecto a diciembre de 2015. Son datos oficiales compilados en el último Informe de coyuntura económica de la Fundación Pueblos del Sur.

El estudio –sobre datos del Indec y otros indicadores oficiales– señala que desde mayo último se registra una leve recuperación en el sector industrial en comparación con igual mes del año anterior: 2,7% en mayo, 6,6 en junio y 5,9 en julio. Desde el primer día de 2017 hasta julio siguiente, con esos datos, se tiene un crecimiento de 0,8% en relación al mismo periodo anterior, aunque con grandes diferencias entre sus rubros. Estas buenas nuevas no son tanto. La debacle previa en el contexto de subas de tarifas, caída de la demanda interna y liberación de importaciones dejó un rojo que no permite cantar victoria. Ni siquiera resignarse a un empate en lo que va de la presidencia de Mauricio Macri: no se logró recuperar el nivel de actividad industrial medido en julio de 2015 porque el repunte de los últimos tres meses relevados no compensa la retracción de todo 2016 y del primer cuatrimestre de este año.

Algunos goles que no alcanzan para empatar

El trabajo de la Fundación Pueblos del Sur expone el comportamiento dispar de los rubros manufactureros. La industria alimentaria creció 3,9 por ciento en julio respecto del mismo mes de 2016, aunque en el acumulado del año se redujo una décima en relación al mismo período de 2016. En la otra punta, el que no ve un punto de inflexión es el sector textil: la actividad tuvo otro mes de baja interanual en julio, del 3%. En los siete primeros meses de 2017, suma un 12,9% de retroceso sobre igual lapso del año anterior.

Una de cal y otra de arena

La punta de lanza que esgrime el oficialismo nacional para insistir en que lo peor ya pasó y comienzan a florecer los “brotes verdes” prometidos es la construcción, que rindió honores en ese sentido. En julio, mostró el mayor incremento mensual del año, con el 20,3%. Lleva un avance acumulado del 8,9% respecto de los siete primeros meses del año anterior, pero no llegó a revertir la baja del 12,7% sufrida en 2016.

La niña mimada tampoco logró recuperar los niveles de actividad medidos a fines de 2015, previos a la era Cambiemos.

Los devoran los de afuera

Un dato del contexto adverso para la industria en conjunto es el comercio exterior. En los siete primeros meses de 2017, las exportaciones totales de la Argentina crecieron 1,4% respecto de igual período del año anterior. Las ventas externas de MOI (manufacturas de origen industrial) lo hicieron un 12,8%, contra una baja de las de productos primarios. La foto parece buena. La película, no: el valor de las importaciones industriales acumuladas aumentó un 15,4% anual en igual lapso. Unos ejemplos: las compras al exterior de vehículos de pasajeros subieron 44,2%, las de bienes de capital el 22,2%, las de bienes de consumo –competencia directa con la industria local– el 16,1% y las de combustibles y lubricantes el 11,4%.

Ya respecto del total del intercambio externo la tendencia es la misma. Ni siquiera hay empate en los márgenes de la actual administración nacional: en los primeros siete meses de 2017, el déficit comercial ascendió a 3.428 millones de dólares, en contraposición al superávit de 1.020 millones medido en igual periodo de 2016.

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