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Newell’s jugó bien, pero no alcanzó y cayó ante Lanús

El Rojinegro se quedó sin nada por un tiro libre de Alejandro Silva que se transformó en el único gol.

No jugó mal, pero perdió. Planteó bien el partido, no alcanzó. Lanús derrotó a Newell’s 1-0 por esos detalles que muchas veces definen el rumbo de un partido. Un estupendo tiro libre de Silva fue la diferencia. Parece poco, pero fue mucho.

Newell’s se plantó para pelear mano a mano en el medio. Era un partido donde la pelota iba a tener mucho valor y ninguno de los dos quiso dársela al rival. Leyes comandó la lucha y enseguida la Lepra sacó rédito. Figueroa habilitó a Leal y el portugués sacó un centro rasante que encontró a Fertoli de cara al gol. Pero el Rayo se apuró y le dio desviado. Una chance inmejorable para lamentarse un rato largo.

El partido nunca se armó. En realidad fue tal la batalla en la zona media que hubo poco espacio para maniobrar. Leal y Denis quedaron lejos de la acción y los arcos también.

Con Denis controlado y Silva y Moreno sin aparecer demasiado, la Lepra sólo sufrió con la pelota parada. Y sufrió en serio. A los 24 minutos, tras un centro, Canuto sacó un derechazo potente y Pocrnjic respondió con solvencia. Y en el cierre de la primera parte, luego de un córner, otra vez apareció Canuto, que cabeceó al palo.

La Lepra tuvo lo suyo, en un par de contras donde le faltó precisión en el pase final. Igual, Figueroa casi sorprende desde lejos aprovechando un Monetti que ataja adelantado siempre.

Pintaba para empate, o el tan conocido gol gana. Y Silva con un tiro libre fantástico logró destrabarlo. Ventaja para Lanús y arrancó otro partido.

Newell’s no hizo pie firme en el medio y el ingreso del Laucha Acosta le sumó preocupación. Pero Llop equilibró con el ingreso del pibe Cabrera, que le dio otro ánimo al ataque leproso.

Y ahí faltó efectividad, presencia de área y algo de fortuna. Leal no pudo afirmarse tras un gran pase de Fertoli que lo ponía mano a mano con Monetti, Figueroa pateó un tiro libre que rozó el palo mientras el arquero rezaba, y en un par de desbordes interesantes faltó el nueve que definiera. Y el empate estuvo en la cabeza de Paz, ocupando ese lugar de centro del área en un arrebato final que no alcanzó para empatar. Aunque esta derrota debería doler menos porque el equipo hizo méritos para llevarse algo más, aunque en la tabla será cero.

 

Otro capítulo para la novela de Amoroso

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